La desescalada de la guerra comercial ha supuesto este lunes una inyección de optimismo entre los inversores, sobre todo en Wall Street, pero también en Europa. China y Estados Unidos han acordado una sustancial reducción de los aranceles aplicados mutuamente durante un periodo inicial de 90 días. No es el final definitivo de las tensiones, pero pone sobre la mesa la intención de las dos mayores economías del mundo de bajar el tono para buscar puntos de encuentro. Y la reacción de los mercados ha sido inmediata: el Dow Jones y el S&P 500 suben más de un 2% y el Nasdaq suma más de un 3%. Los mercados europeos quedan algo por debajo de la euforia, con alzas del 1,5% en el caso del Euro Stoxx 50. El Ibex gana un 0,75% tras una jornada de elevada volatilidad.
Desde el pasado 2 de abril, la escalada arancelaria ha perturbado la economía global y generado una enorme incertidumbre en los mercados financieros. La tregua anunciada aleja los peores augurios económicos, que hace solo unas semanas consideraban inevitable una recesión. En este posible nuevo escenario, los inversores vuelven la vista hacia los activos estadounidenses y aumentan su apetito por el riesgo: apuestan por la Bolsa y el petróleo, al tiempo que salen de la deuda y el oro, que cae un 3%, hasta los 3.200 dólares la onza.
Tras las reuniones mantenidas en Suiza durante el fin de semana, Washington y Pekín acordaron una pausa de 90 días en los gravámenes, durante la que los aranceles se reducirían en más de 100 puntos porcentuales: el gigante asiático bajará del 125% al 10% las tasas sobre productos estadounidenses y EE UU recortará los que aplica a los bienes chinos del 145% al 30%. “Trump ha reducido sus aranceles más rápido de lo que nadie hubiera imaginado. Parece que las tasas sobre China caerán a niveles manejables, aunque sea temporalmente”, señala a Reuters Arne Petimezas, director de investigación de la firma AFS Group en Ámsterdam.
El alivio se traslada a los sectores más penalizados durante la crisis comercial. En Estados Unidos, tecnológicas como Amazon, Tesla y Apple avanzan más de un 5%, y en Europa destacan Infineon (+8,2%) y ASML Holdings (+6,4%). También repuntan las automovilísticas y las siderúrgicas, pese a que siguen vigentes los aranceles del 25% a los coches y al acero. Stellantis sube un 6,85% y Mercedes-Benz, un 3,5%. La naviera Maersk se dispara un 11% gracias a la mejora en las previsiones de comercio global. El sector farmacéutico arrancó con pérdidas tras el anuncio de una orden ejecutiva de Trump para reducir el precio de los medicamentos, pero posteriormente las acciones se recuperaron: Eli Lilly y Sanofi suben un 2% y Novo Nordisk rebajó las pérdidas iniciales al -0,65%. Y también se han visto beneficiados los valores relacionados con el consumo: Pandora sube un 7,7%, LVMH el 7% y Puma un 6,5%.
“La reducción de aranceles sobre China es suficiente para permitir una recuperación prácticamente normal del comercio”, apunta Lynn Song, economista de ING. Algunos analistas advierten, sin embargo, de la falta de detalles en el principio de acuerdo entre la Casa Blanca y Pekín, y consideran que si bien es un avance, no se trata de un pacto definitivo. Además, cualquier alivio podría verse pronto eclipsado no solo por giros en las negociaciones, sino por los datos que muestren una desaceleración de la economía estadounidense. Sheldon MacDonald, director de inversiones de la gestora Marlborough, considera que es “demasiado pronto” para esperar una resolución fácil de los problemas. Añade que, incluso si EE UU mantuviera los aranceles del 30% sobre China, ello seguiría siendo “negativo” para el crecimiento y “aún no se aclararía el temor a una recesión”.
En las Bolsas europeas, el Cac de París suma un 1,37% y el Mib italiano un 1,4%. “Las noticias han sido mucho mejores de lo esperado”, dijo Geoffrey Yu, estratega macro y de divisas en la entidad BNY Mellon. “Dudamos que el mercado olvide abril, pero los peores escenarios ya son cosa del pasado y la gente invertirá en consecuencia”, añade. Algo por detrás, el Ibex avanza un 0,75% hasta los 13.655 puntos. El índice español cerró la pasada semana en máximos de 2008. En el lado positivo, el grupo aéreo IAG (dueño de Iberia y British Airwys) ha subido un 5,59% y Acerinox y ArcelorMittal suman un 4,88% y un 4,76%, respectivamente. En el lado de las pérdidas, Cellnex ha sido el farolillo rojo del índice (-2,96%). Iberdrola ha perdido un 1,78% e Indra el 1,72%.
Las principales Bolsas chinas también han registrado ganancias ante el paréntesis en las tensiones. El índice de Shanghái repunta un 0,8% y el Hang Seng de la Bolsa de Hong Kong ha subido cerca del 3%.
El dólar se fortalece frente al euro y el yen japonés
La reacción a la pausa arancelaria se deja sentir en la renta fija, en las divisas y en otros activos como las materias primas. Los inversores buscan algo más de riesgo en sus carteras (con más acciones) en detrimento de activos más seguros, como la deuda. Los precios de los bonos caen y aumenta la rentabilidad (es decir, la ganancia que obtienen los tenedores de títulos, que se mueve a la inversa del precio). El rendimiento de los bonos alemanes a 10 años aumenta siete puntos básicos, al 2,6%, máximo en un mes. También el interés que paga el bono de EE UU a 10 años sube siete puntos. “Muchos inversores institucionales con liquidez buscan aumentar su exposición a la renta variable” lo que penaliza a la renta fija, explica a Reuters Karen Georges, gestora de fondos de renta variable de Ecofi.
Las perspectivas de un enfriamiento en las tensiones beneficia a la moneda estadounidense, muy castigada desde que Donald Trump inició su andanada comercial, a menudo medidas adoptadas de manera caótica. Hoy, el dólar recupera terreno no solo frente al euro (cada moneda europea se cambia a 1,11 dólares, mínimo de un mes), sino también contra otras divisas consideradas refugio, como el yen japonés y el franco suizo. “El escenario general no es tan malo como podría haber sido, pero aún tenemos bastante incertidumbre sobre dónde se situarán estos aranceles, su impacto en el crecimiento mundial y la política de los bancos centrales”, declaró Jane Foley, jefa de estrategia cambiaria de Rabobank, a Reuters.
En el mercado de materias primas, el aumento general del apetito por el riesgo perjudica al oro, que ha estado al alza en las últimas semanas, ya que los inversores han buscado la seguridad en el metal físico. El precio del oro baja más de un 3%, a 3.231 dólares la onza, por debajo del máximo histórico de abril de 3.500 dólares. Por su parte, los precios del petróleo avanzan, ya que las negociaciones reducen el riesgo de una recesión económica importante. El petróleo Brent sube más del 2%, y cada barril supera los 65 dólares de precio.
Los analistas, con todo, mantienen la cautela. La firma de inversión MacroYield señala “las dudas” sobre las posibilidades de que pueda consolidarse una situación arancelaria próxima a la que se tenía principios de este año (cuando la tasa efectiva de EE UU estaba en torno al 3%), pero por el momento “las señales esperanzadoras, que incluyen la posibilidad de nuevos acuerdos comerciales con otros países esta semana, pueden seguir sirviendo de apoyo a los activos de riesgo y al dólar”.
En cuanto a las perspectivas de política monetaria, los operadores reducen sus apuestas sobre el alcance de las rebajas de los tipos de interés por parte de los bancos centrales este año. Para la Reserva Federal, las expectativas de un recorte se retrasan de julio a septiembre. Los analistas de ANZ prevén que “no será hasta la publicación de los datos del IPC de mayo en EE UU cuando veamos una amplia evidencia de los aranceles reflejada en los datos de inflación”. Los expertos añaden que “junio es demasiado pronto para que la Fed recorte los tipos y mantenemos nuestra opinión de que será en el tercer trimestre, y muy probablemente en septiembre”.
C. Castelló y R. Sobrino para Cinco Días 12/5/25