Gerard Piqué, una de las figuras más destacadas del fútbol español, pasa por un momento crítico y, a dos meses y medio de cumplir 38 años, su situación personal enfrenta problemas legales y personales. Desde su implicación en un polémico acuerdo que llevó la Supercopa de España a Arabia Saudí hasta su tormentosa separación de Shakira, y su esquema vital para ver a sus hijos con alguna frecuencia, el exjugador del FC Barcelona ha pasado de la gloria deportiva a un complejo panorama personal y profesional.

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha señalado a Piqué como «parte activa» en las negociaciones para trasladar la Supercopa de España a Arabia Saudí en 2019. Según un informe presentado al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 4 de Majadahonda, Piqué, a través de su empresa Kosmos y su sociedad AC Talent, habría sido clave en los acuerdos. La investigación sugiere que estos pactos no solo involucraron pagos millonarios, sino también posibles irregularidades. En concreto, la UCO apunta a un grupo de WhatsApp llamado «Supercopa España» que incluía a Piqué, Luis Rubialesy otros intermediarios, como prueba de su implicación directa en la negociación de derechos de televisión y la organización del torneo. El contrato con Arabia Saudí garantizaba una comisión de tres millones de euros anuales a Kosmos, siempre que participaran equipos como el FC Barcelona o el Real Madrid. Sin embargo, este flujo de ingresos ha sido congelado por orden de la magistrada Delia Rodrigo, como medida cautelar para evitar el uso indebido de fondos si se demuestra la culpabilidad en el caso.

El impacto en su fortuna

A pesar de estas turbulencias legales, la fortuna de Gerard Piqué sigue siendo considerable. Según el portal Celebrity Net Worth, su patrimonio asciende a 80 millones de euros, una cifra respaldada por su declaración en el programa La Resistencia en 2019, cuando afirmó ante David Broncano: «En patrimonio tengo más que el presupuesto del Espanyol este año».Gran parte de su riqueza proviene de inversiones inmobiliarias gestionadas a través de Kerad Project 2006 SL, que concentra 45 millones de euros en propiedades. Además, su empresa Kosmos Global Holding S.L. diversifica sus actividades en eventos como la Copa Davis, La Velada del Año y la King’s League, esta última una liga de fútbol amateur que ha ganado notable popularidad en España y América Latina. Piqué también es propietario de Kypers, una marca de gafas de sol, y está involucrado en producciones audiovisuales a través de Kosmos Studios. Todo ello refuerza un imperio empresarial que, aunque sólido, podría verse afectado por los resultados del proceso judicial en curso. En paralelo a sus problemas legales, Piqué sigue lidiando con las secuelas de su mediática separación de Shakira. La ruptura, oficializada en 2022 tras 12 años de relación, estuvo marcada por acusaciones de infidelidad y una oleada de canciones de la cantante colombiana que transformaron el conflicto en un fenómeno global. Temas como «Session 53» con Bizarrap y «Monotonía» no solo reflejaron el dolor de la separación, sino que también catapultaron la narrativa al centro de la cultura pop. La aparición de Clara Chía, su actual novia,intensificó el escrutinio mediático. A pesar de los intentos de Piqué por normalizar la relación, la atención constante de la prensa y los seguidores de Shakira han mantenido la polémica viva. Mientras tanto, la cantante parece aprovechar su renovado impulso artístico para brillar más que nunca en el ámbito internacional.

El reto de redefinir su legado

El caso judicial y las tensiones mediáticas han puesto a prueba la capacidad de Piqué para navegar en aguas turbulentas tras su retiro del fútbol. Sus empresas y proyectos como la King’s League y la Copa Davis continúan generando ingresos, pero el escándalo con la Supercopa amenaza su reputación personal y empresarial. En el ámbito personal, su vida sentimental con Clara Chía enfrenta la presión de las comparaciones con Shakira y los constantes ataques mediáticos. Sin embargo, el exjugador parece decidido a seguir adelante, apostando por su faceta empresarial y buscando un equilibrio en medio de las polémicas.

La trayectoria de Gerard Piqué tras su retiro del fútbol demuestra que el éxito empresarial y la fama no garantizan inmunidad ante los problemas legales y mediáticos. Con un futuro procesal incierto y una vida personal bajo constante escrutinio, Piqué se enfrenta al desafío de preservar su legado y reconstruir su imagen pública. Por ahora, el exfutbolista camina sobre una cuerda floja: una figura que encarna la ambición y los riesgos de los ídolos modernos, atrapados entre la gloria y los desafíos que conlleva la exposición constante.

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