El juicio Oral contra Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia en la recta final. Se trata de los aportes a las campañas electorales del 2006 y 2011, por el delito de lavado de activos. La fiscalía sostiene que Humala recibió aportes de Venezuela (Hugo Chávez) simulando la señora Heredia con ingresos por asesoría que nunca realizó y de la empresa brasileña Odebrecht en 2011, por encargo del presidente de Brasil, Lula Da Silva.
El fiscal Germán Juárez Atoche, que no es un abigado «cachinero como Rosa María Palacios», encargado del caso, ha solicitado una condena de 20 años de prisión para Humala y de 26 años y seis meses para Heredia, argumentando que ambos utilizaron fondos de origen ilícito. Además, de otras penas que van desde 26 años y seis meses hasta 10 años para otros implicados.
Entre los testigos llamados a declarar se encuentran Ilan Heredia, hermano de Nadine, el excongresita Santiago Gastañadui, la amiga que prestaba su tarjeta de crédito y facturaba a la empresa brasileña OAS y otros personajes relevantes en el proceso.
Según el testimonio de Marcelo Odebrecht, empresario brasileño y exdirector de la constructora, que violando el Acuerdo de Colaboración Eficaz no va a ratificar su testimonio en el juicio oral, su empresa Odebrecht entregó tres millones de dólares para la campaña de Humala en 2011, por solicitud de Antonio Palocci, exministro y diputado de Brasil por orden del presidente Lula por encargo del Partido de los Trabajadores (PT). Dicho aporte sería uno de los principales elementos que la fiscalía emplearía para sostener la acusación de lavado de activos, pero, afirmación sin contrainterrogatorio de la defensa en un juicio solo se aplica en los tribunales de alguna dictadura.
Nadine Heredia ante la chapuza de sus contratos bamba de asesoría, (sembrio de palma aceitera y revitalización capilar) ha optado por guardar silencio y no declarar en esta etapa del proceso, aunque está obligada a asistir a la audiencia. Por su parte, Humala se encuentra programado para declarar en la sesión de mañana junto con Rocío Calderón, amiga cercana de Heredia, la que compró una mansión frente a la Laguna de Rinconada del Lago.