El fundador de Nvidia, Jensen Huang, ya le ve las orejas al lobo. Hasta el año pasado dominaba el mercado chino de los chips de inteligencia artificial en un 95%. Ahora teme perderlo para siempre. Por eso mete miedo al gobierno estadounidense.
«Nos enfrentamos a un competidor formidable, innovador, ambicioso, ágil y poco regulado», advierte. Un competidor que aplica la polémica cultura laboral 9-9-6. Es decir, trabajan de 9 de la mañana a 9 de la noche, seis días a la semana. 12 horas al día, incluyendo los sábados. Las compañías tecnológicas son los nuevos esclavistas laborales.
«China está a solo nanosegundos por detrás de Estados Unidos en fabricación de chips», dice el CEO de Nvidia, acusando a los vetos y aranceles de que los chinos le vayan a comer la tostada. Es lo que el sentido común decía que iba a pasar.
Nvidia teme perder todo el mercado de Asia
Jensen Huang ha hecho estas declaraciones en el podcast BG2. Y ha pedido directamente a Donald Trump que haga justo lo contrario de lo que ha hecho: «China ha dicho públicamente… que quieren que China sea un mercado abierto, quieren… que las empresas vengan a China y compitan en el mercado… y creo y espero que volvamos a eso».
El visionario empresario desea que Estados Unidos elimine los vetos a Nvidia, para que pueda volver a vender sus chips no mutilados en China. Pero es difícil que eso ocurra con Donald Trump en el poder, porque ahora toda la economía estadounidense se basa en los aranceles y los vetos.
Esta política tendrá efectos secundarios muy graves para las empresas de Estados Unidos, a medio y largo plazo. Porque potencias como China, India y, esperemos, Europa, no se van a quedar de brazos cruzados viendo cómo les imponen abusivos aranceles al antojo de Trump, mientras vetan a sus empresas, como ha ocurrido con la reciente ruptura en dos de TikTok:
La consecuencia lógica, es que los países afectados busquen otros mercados, o desarrollen su propia tecnología. China compraba sin complejos millones de chips a Nvidia, Intel, AMD, etc., sin competir con ellos. Ahora está fabricando sus propios chips, y están cerca de igualar a los estadounidenses. Nvidia va a pasar de dominar el 95% del mercado chino, a ser expulsada.
Tal como cuenta Tom’s hardware, los nuevos sistemas Atlas 900 A3 SuperPoD de Huawei, equipados con los chips Ascend 910B de la empresa, ya se están comercializando a gran escala.
Estos chips ya no necesitan la tecnología CUDA de Nvidia, y usan software chino. Huawei cree que, en 2027, igualará o superará a la generación actual de Nvidia. No queda nada.
Con potentes compañías tecnológicas como Baidu, Alibaba, Tencent, y ByteDance, tan ricas como las americanas, inyectando dinero en los fabricantes de chips, nadie duda que China lo conseguirá. Como ya ha hecho en los móviles, los coches eléctricos, la carrera espacial, y tantas otras cosas.
Y así es como Nvidia y Estados Unidos perderán un mercado que dominaban plácidamente. Con el doble peligro de que China venda esos chips a sus aliados, y prácticamente a toda Asia, en donde tiene mucha influencia, y casi todos los países sufren durísimos aranceles de Donald Trump.
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