El último 31 de octubre, el ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes, junto al gerente general de Lima Airport Partners, Juan José Salmón, informaron que se aplaza la fecha de inauguración del Nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, que iba a ser el 18 de diciembre y ahora será el 29 de enero del 2025.
La Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETI) había advertido que las obras no estaban listas para el 18 de diciembre. Carlos Gutiérrez, gerente general de AETAI, señaló que el principal problema es el tráfico y congestionamiento vehicular que podría generarse debido a que los accesos al aeropuerto se encuentran en la avenida Morales Duárez.
Oficialmente, se informó que este aplazamiento permitirá instalar semáforos en Morales Duárez, señalización vial, habilitación de giros en U, ampliación de un tercer carril y recapeo de la vía. Se colocarán dos puentes modulares en el cruce de las avenidas Faucett y Morales Duárez, agilizando así el tránsito. Además, se está trabajando en un convenio para un servicio policial extraordinario para mantener el orden en los accesos y la seguridad en las vías aledañas. Asimismo, a través de la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao, se pondrá en marcha el servicio AeroExpreso Especial, que conectará la Av. Quilca (cruce con Faucett) con el nuevo aeropuerto. Esta línea de transporte tendrá una frecuencia de 10 minutos y facilitará el acceso directo para los usuarios acostumbrados a llegar a pie.
Sin embargo, una fuente bien enterada nos informa que una de las razones del aplazamiento sería porque se reventó una cañería gigante de agua que inundó todo las oficinas, hasta la de Sunat, y destruyó las fajas de las maletas. También que habría demora en la construcción de baños.