Casi todo el Congreso rechazó las declaraciones del ministro de Educación Morgan Quero, que se encuentra en la picota por calificar como «ratas» a las víctimas de las protestas del sur del país 2022-23. Curiosamente, junto con el ministro Juli Demartini que enfrenta una moción de censura, son lo ahijados de la presidenta Dina Boluarte.
El congresista Carlos Zeballos calificó de indignantes las declaraciones, tras considerar que se “reabre heridas” a dos años de las manifestaciones que dejaron más de 50 fallecidos y alrededor de 1 800 heridos, entre civiles, policías y militares, de acuerdo con el balance de la Defensoría del Pueblo: “Esto demuestra que nuestro ministro parece sufrir de afasia receptiva… no comprende lo que se le pregunta y responde cualquier cosa…”, comentó el legislador en RPP.
En cambio la congresista Ruth Luque cuestionó: “Sólo un Gobierno sin ninguna catadura moral puede tener un ministro de Educación de este tipo que solo demuestra ignorancia, desprecio y equiparando la vida de personas víctimas de violaciones de derechos humanos con ratas”. Otro congresista que también se expresó a través de sus redes sociales fue Carlos Anderson, quien catalogó de “despreciables” las declaraciones del ministro Morgan Quero, a quien calificó como “un político vil, servil, funcional a los intereses de una presidenta igualmente despreciable”. Silvana Robles, congresista de la Bancada Socialista, cuestionó “el nivel de indolencia que tiene el Gobierno frente a la muerte de más de 60 de nuestros compatriotas”. Su colega de bancada, Jaime Quito, exigió la renuncia del ministro al asegurar que «no puede estar un minuto más». Mientras que Guido Bellidomencionó que las personas que murieron en las protestas antigubernamentales “eran padres de familias e hijo” y “no ratas”.
Curiosamente, Morgan Quero, antes del gobierno de Dina, se le conocía como un cuadro caviar cercano al exministro de Defensa de PPK Jorge Nieto, con notable aspiración de volver a cualquier gobierno.