China sigue en la senda y parece que puede crecer «alrededor del 5% de la producción» tal y como prevé el Politburó. A pesar de que el Fondo Monetario Internacional rebajó ayer, en su informe de Perspectivas Económicas de otoño, dos décimas las previsiones de PIB del gigante asiático para este año, esperan que cierre el ejercicio en el 4,8%.
Aún así, y a pesar de que las previsiones del Gobierno puede que se cumplan, la segunda economía del mundo está sufriendo una ralentización ya que para el año que viene dejan su revisión sin cambios con respecto a este verano (4,5%). En perspectiva, el PIB del gigante asiático creció un 5,2% el año pasado, por lo que se puede apreciar con más perspectiva que la economía china no va como debería ir.
El FMI muestra en su informe que esta desaceleración de la economía china «será más gradual» que la de la India, la otra gran economía de la región, donde prevén que el crecimiento pase del 8,2% en 2023 al 7% en 2024 y al 6,5% en 2025, sin variaciones con respecto a lo que auguraban en verano, porque la demanda reprimida acumulada durante la pandemia se ha agotado. Los expertos del organismo con sede en Washington recalcan que, a pesar de la «persistente» debilidad del sector inmobiliario y «la baja confianza de los consumidores», el crecimiento se verá apuntalado, en gran medida, «gracias a las exportaciones netas que se han comportado mejor de lo esperado», reza el informe.
En cuanto a Estados Unidos, el FMI volvió a mejorar sus proyecciones. Ahora se espera que la primera economía del mundo se expanda un 2.8%, dos décimas más que lo que vaticinaban en julio «debido a unos resultados más sólidos en el consumo y la inversión residencial», explicaban en el informe.
El Economista.