Sorprendió a la cazuela, el Fiscal José Domingo Pérez, que venía siendo apaleado en los medios por su lentitud en la colaboración eficaz que aspiraba el exgerente general de la Minicipalidad de Lima en la era Villarán que no llegó a cerrar en seis años, presentando una nueva acusación reformulada por mandato del Tribunal Constitucional (TC), contra la lideresa de Fuerza Popular Keiko Fujimori y otros involucrados en el el caso Cócteles.
La imputación es por lavado de activos en organización criminal y falsedad genérica. Por ello, el Ministerio Público solicita 35 años de prisión y 730 días de multa para Fujimori. No figura el delito de obstrución a la justicia que fue anulado por el TC con la sentencia a favor del abogado Arsenio Oré.
Además de Keiko Fujimori, figuran Pier Figari, Ana Rosa Herz, Jaime Yoshiyama, José Chlimper, Adriana Tarazona, Augusto Bedoya, Mark Vito Villanella, Ana Cecilia Matsuno, Giancarlo Bertini, Hugo Tasayco, Juan Carlos Luna, Luis Mejía y Rafael Herrera. Del mismo modo, la acusación alcanza a las personas jurídicas del Partido Político Fuerza Popular y MVV Bienes Raíces S. A. C.
Cabe mencionar que esta nueva acusación también dispone el sobreseimiento total de 19 investigados, entre ellos Efraín Goldenber, Carlos Blanco padre e hijo, Milagros Maraví y su hermano, Carmela Paucará, Vicente Silva, entre ellos, Esto quiere decir que los casos de 19 ciudadanos en el marco de esta investigación serían archivadas. Del mismo modo, se dispuso el sobreseimiento parcial para 2 investigados, lo que significa el archivo en solo algunos de los delitos imputados.

La acusación contra Keiko Fujimori no representa un golpe definitivo. Anteriormente ya existió una acusación contra Fujimori que llegó a la etapa de juicio oral —tras ser admitida por el Poder Judicial—, pero fue anulada por el Tribunal Constitucional al considerar que la imputación fiscal original contra José Chlimper incorporaba hechos nuevos y distintos respecto de los descritos en la resolución que dispuso la formalización de la investigación preparatoria.
Tras la decisión del TC, la investigación retomó su curso regular. Ahora, con la nueva acusación presentada, se realizará el control de acusación, donde un juez evaluará si esta reúne los requisitos necesarios para pasar a juicio oral, o si es otro mamarracho, en este caso algo más corto, donde se sigue acusando «al guerrazo» en paquete sin especificar las pruebas, testimonios y testigos por cada acusado. De volver a ser así, el Juez Wilso Verástegui -que no es su paisano arequipeño el juez Víctor Zuñiga- volverá a devolverlo una y otra vez, como lo que el papelón de Pérez se prolongará varios meses o años en la etapa de control.




