No hay nada ni nadie que pase más tiempo con nosotros que nuestro smartphone, y es que desde que nos despertamos hasta que nos acostamos este dispositivo es una extensión más de nuestro cuerpo. Además, el uso de los móviles no va a dejar de crecer, ya que cada vez podemos hacer más cosas con ellos, no solo en temas de comunicación, sino también a la hora de pagar o incluso abrir y arrancar tu coche.
Todo ello hace que los teléfonos se hayan convertido en indispensables en nuestra vida, y cuando estos se quedan sin batería o no están cerca nuestro, muchas personas entran en estado de pánico y no puede realizar otras cosas, porque su principal preocupación es el móvil.
Como decíamos, llevamos el móvil a todas partes, el otro día hablábamos delos problemas para la salud que puede suponer llevarlo cuando vamos al baño, cosa que 9 de cada 10 usuarios reconocen que hacen. Y ahora, tras conocer un estudio realizado Mattress Next Day, hemos encontrado el lugar de la casa donde nunca debemos dejar el móvil, aunque la inmesa mayoría lo haga.
Todo comenzó tras en análisis de la presencia de bacterias en smartphones y relojes inteligentes, en numerosos ejemplares. Mediante el uso de microscopios y luces ultravioletas detectaron una alta concentración de una bacteria en concreto llamada, Pseudomonas aeruginosa.
Esta cepa, que por norma general es inofensiva para los humanos, en determinados casos puede provocar irritaciones en la piel, provocar infecciones respiratorias y en los casos más extremos sepsis. Lo más preocupante de esto es que dicha bacteria tiene la capacidad de reproducirse en ambientes cálidos y húmedos, por lo que los expertos advierten que dejar el teléfono móvil en la cama es un error que nos puede costar la salud.
Ya que las sábanas y almohadas donde muchas personas suelen colocar sus móviles al dormir o simplemente para cargarlos, se pueden convertir en criaderos de esta bacteria. Como decíamos esta cepa no es una amenaza inmediata, pero la acumulación de gérmenes en un espacio tan íntimo como nuestra cama puede desencadenar en los problemas de salud antes mencionados con el tiempo y afectar en especial a personas con la salud ya comprometida.
El smartphone ya ha sido señalado muchísimas veces como un nido de bacterias, y es que ya no solo lo tenemos todo el día entre las manos (que se ensucian constantemente), sino que también lo dejamos y apoyamos en la mesa del bar, en un banco de la calle o incluso en el suelo, y son muy pocas personas las que lo limpian como es debido diariamente. Por ello meterlo en la cama debería estar terminantemente prohibido por el bien de nuestra salud.
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