La Derrama Magisterial (DM) no deja de estar en la mira de los políticos. En el Congreso de la República circula ahora mismo un proyecto de ley que –a imagen y semejanza de lo que ocurrió con las AFP– plantea que sus asociados sean facultados para retirar sus fondos. Pero sus aguas no sólo están movidas por razones externas: a nivel interno también se han registrado turbulencias y pugnas que han propiciado cambios en las gerencias de varios de sus negocios. Las discrepancias se han profundizado, además, en un contexto en el que los resultados de dichas unidades han empezado a mostrar un deterioro.
Diagnóstico complejo
La DM es una institución privada de seguridad social. Los fondos que administra, cuyo origen son los aportes mensuales de más de 250,000 maestros, se destinan a una serie de negocios: préstamos para los profesores, hoteles, proyectos de vivienda, un bazar de electrodomésticos y la cadena Librerías Crisol, su negocio más notorio y adquirido en 2016.
El objetivo de la DM, como señala en su Memoria Anual de 2023, es “lograr la máxima rentabilidad posible para los fondos de los asociados”. Las cifras, no obstante, dan cuenta de una rentabilidad en declive. De acuerdo con los estados financieros que reporta a la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), los ingresos de los negocios de la DM —sin considerar a la cadena Crisol— han aumentado, pero su utilidad neta se ha contraído en 78% entre 2018 y 2024 (ver gráfico). “Ha caído significativamente el porcentaje de utilidad sobre los ingresos de las empresas. Quiere decir que a las empresas, en su conjunto, les está yendo peor. Todavía no pierden dinero, pero a este paso, podrían hacerlo”, explica Carlos Rojas, CEO de Capia SAFI.

El negocio principal –y el más rentable– de la Derrama es la colocación de créditos entre sus asociados. Sin embargo, el creciente dinamismo del mercado bancario y sus tasas de interés poco competitivas han provocado una disminución en la demanda: cada vez son menos los docentes que solicitan préstamos a la DM. A la par, su índice de morosidad viene aumentando. Al cierre del año pasado, este indicador aumentó en 167% respecto a 2023, de acuerdo con las cifras reportadas a la SBS.
Los demás negocios de la DM tampoco van bien. En conjunto, las unidades hotelera, inmobiliaria y de venta de electrodomésticos aportaron S/82 millones en ventas en 2023, de acuerdo con la información desagregada que consignó la DM en su memoria anual. Dicha cifra representa una fracción pequeña de las ventas anuales de toda la entidad, que totalizaron S/425 millones aquel año. “Los ingresos de la cartera de créditos subsidian al resto de negocios”, afirma el expresidente del directorio de la DM, el docente Heli Ocaña.
Siendo una subsidiaria separada y teniendo una personería jurídica propia, los resultados de Librerías Crisol no están incluidos en los estados financieros que la DM reporta a la SBS. Sin embargo, fuentes cercanas al negocio confirmaron a SEMANAeconómica que la cadena ha detenido sus planes de inversión en nuevas aperturas. Por citar un ejemplo, la pretensión de abrir una tienda en el nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez quedó descartada. Además, a la fecha, toda la inversión de la DM en Crisol —S/24.8 millones— está provisionada al 100% por requerimiento de la SBS. De acuerdo con Rojas, una exigencia así implica que la SBS supone que la empresa “no está generando utilidades, por lo que se pide castigar el valor de su inversión, como si la empresa valiera cero”.
Consultada por esta revista sobre este punto, la SBS explicó que “en el marco de sus facultades de supervisión, puede disponer la constitución de provisiones para riesgos identificados”. Agregó, además, que en el caso específico de Librerías Crisol dicho requerimiento “fue el resultado de aspectos observados en la inspección”.
Pugnas y replanteos
Durante la elaboración de este artículo, SEMANAeconómica pidió entrevistas a la DM y a Crisol. Desde la DM señalaron que no darían declaración alguna. La cadena de librerías, por su parte, no respondió los pedidos. A pesar de ello, distintas fuentes coinciden en que la DM está barajando opciones para sus negocios. En su ‘Plan Estratégico al 2029’, el actual directorio considera reformar la unidad de hoteles y cerrar el negocio retail de electrodomésticos, según explicaron a este revista fuentes del magisterio que estuvieron presentes en la presentación del mencionado plan.
Actualmente, de los nueve hoteles que posee la Derrama, tres están cerrados por remodelaciones. “Hablando sólo de los hoteles, es claro que no hay un buen manejo, no tienen expertos en gestionar. Sólo por poner un ejemplo: cuando hacen remodelaciones, cierran los hoteles por tiempos largos. Lo que debería durar unos seis meses, les demora entre tres y cuatro años”, comenta un alto ejecutivo del sector hotelero.
A esta situación se suma un cambio importante en la orientación del directorio de la DM. Si bien el histórico control del Sutep se mantiene –el sindicato de profesores pone a cuatro de los seis directores de la DM–, las pugnas dentro del Partido Comunista del Perú – Patria Roja, que, a su vez, ejerce el control del Sutep, se han reflejado en la conformación del directorio para el periodo 2024-2025. “Lo que se ve con este nuevo directorio es que hay una injerencia mucho mayor por parte del Sutep en las decisiones de la Derrama”, asegura un dirigente del gremio.
Una consecuencia de ello fue la salida de importantes cuadros gerenciales de la DM. Es el caso de Fernando Pazos Cherres, que se desempeñaba como gerente de Administración y Finanzas. Antes de su renuncia, en julio del año pasado, era considerado el ejecutivo más poderoso de la DM, por encima del gerente general y de los miembros del directorio. Tras su salida, el nuevo directorio llevó a cabo una reestructuración, lo que supuso remover a la mayoría de los funcionarios de primera línea. “Hoy, con menos cuadros técnicos dirigiendo la DM, se vive un periodo de transición y no se sabe hacia dónde va”, sentencia una fuente vinculada a los negocios de la DM.
Finalmente, la DM no puede desdeñar los riesgos externos provenientes de la política. En concreto, el proyecto presentado por el congresista Américo Gonza, que plantea que los asociados de la Derrama puedan retirar hasta S/21,400 de sus aportes, plantearía nuevos problemas a la entidad. “El retiro de aportes afectaría la solvencia y la situación financiera”, advierte el secretario general del sindicato de la DM, Gabriel Salazar.
Alba Ñaupas Ortega para Semana Económica 5/4/25