Desde el Faro
Por: Rafael Hidalgo
No es fácil salir de la recesión. Aún la economía no llega a calentar, a desmedro del Tramo Optimista en que se sitúa la expectativa de los empresarios (BCR) y las cinco medidas que anuncia el ministro de Economía, José Arista: el impulso de Proinversión a las Asociaciones Público Privadas (APP), los destrabes a los proyectos de irrigación, el impulso a los proyectos mineros (mencionados por el ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho), la colocación de créditos para las Mypes -a tasas razonables- a través de COFIDE y la “flexibilización económica” (Gestión 18/3/24).
Con la “flexibilización” se espera cristalizar -mediante las facultades legislativas que el gabinete solicitó al Congreso- modificaciones a las leyes agraria y del notariado y una ley para retomar las construcciones inconclusas a lo largo del país. El ministro Arista indicó: “Los hospitales que comenzaron con Humala a cargo de los gobiernos regionales han demostrado que… tendrán capacidad …para construir una pequeña carretera, pero no para construir un hospital de alta complejidad”. De… 60 hospitales…38 están paralizados (RPP 23/3/24)
Sin embargo, el crecimiento del PBI en el mes de febrero del 2024 no viene muy auspicioso (pese a que febrero del 2023 es -0.87%) según el Avance Coyuntural del INEI (1/4/24): cayó la pesca en -31.26% (que empuja a la caída de la manufactura, por la importancia de la harina de pescado en el índice), volvió a caer el consumo de cemento en -0.72% (pese al repunte de enero) y disminuyeron los créditos de la banca y el número de tarjetas de crédito en -5.78% y -7.04%, respectivamente. Y, por último, pero no por eso menos importante la recaudación fiscal se desplomó en -12.8%. Aunque, por otro lado, en febrero destacan otras actividades: la minería trepó 15.94%, electricidad 8.36% (aunque se estancó en marzo 0.58%) y 39.62% la inversión pública. Además, que las exportaciones crecieron 9.1% (US$ 10,339 millones) en el primer bimestre.
Poniendo el parche, Carlos Montoro, gerente de Política Monetaria del BCR, señala “que los resultados del primer trimestre son inciertos” porque aún no se disipan los efectos del Fenómeno El Niño y marzo tuvo un menor número de días laborables por la semana santa (12/4/24). Mientras que el IPE, cuyo director (también es miembro del directorio del BCR), señala que el crecimiento del PBI del 2024 será de 2.4%, por debajo del 3% que pronostica Julio Velarde, el presidente del BCR a despecho que: “…crean que el BCR o el MEF están consumiendo alguna droga” agregando: “…el sesgo será probablemente al alza…”(15/3/24)
Pero, para escapar de la recesión sine qua non se requiere una política monetaria expansiva y no recesiva como la que viene aplicando el BCR, que ya llegó a rozar la meta de inflación (3.05%). Felizmente, el “Central” ha continuado -luego de una para en marzo- con la séptima tímida rebaja (0.25%) de la tasa de interés de política monetaria (TRPM), situándola en 6%. Bajar, bajar, bajar la TRPM debería ser su norte, porque no deben ni pueden soslayar que la tasa promedio en marzo para los créditos a las pequeñas empresas es de 23% y para las microempresas de 46%. Y, con esos costos financieros no existe negocio lícito que sobreviva.
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