Afirmar que BYD está levantando pasiones en España gracias a sus coches eléctricos no es ninguna locura. Entre sus modelos más comercializados se encuentran el Atto 3 o el Dolphin, aunque la reciente irrupción en el mercado del Atto 2 podría incorporar a este nuevo SUV a la lista.
Por todos es conocido el deseo existente de BYD de ser la marca número uno a nivel mundial. No va por mal camino, ya que la compañía china ya ha superado en ingresos a la Tesla de Elon Musk y continúa impresionando con nuevas tecnologías como la de la nueva plataforma de carga ultrarrápida de tan sólo 5 minutos.
Más allá de los modelos mencionados anteriormente, BYD hará llegar nuevas alternativas, como el ansiado Dolphin Surf, la versión europeo del Seagull chino. Como estamos viendo y viviendo ya, la gama que inicialmente se comercializa en China, puede llegar a disfrutarse en Europa.
Sin embargo, es en China donde BYD es realmente fuerte, puesto que dispone de un mayor número de modelos de múltiples carrocerías y mecánicas. Entre ellos, se encuentra el ya presentado BYD Qin, uno de sus sedanes más vendidos.
Este modelo dispone de una mecánica híbrida enchufable con hasta 90 km de autonomía en su versión más asequible. Pero es que ahora, el fabricante chino ha considerado oportuno mostrar al mundo una nueva variante del mismo.
Se trata del BYD Qin L EV, un modelo totalmente eléctrico que se ofrece por un precio prácticamente imbatible y que apunta directamente a ser el nuevo y principal rival del archiconocido Tesla Model 3.
El nuevo rival del Tesla Model 3
A pesar de que este nuevo sedán eléctrico guarda bastantes relaciones con el Qin ya conocido, lo cierto es que también cuenta con aspectos distintivos como, por ejemplo, un frontal casi carenado al completo o unos faros rediseñados.
A nivel general, el BYD Qin L EV es un sedán eléctrico de 4,72 metros de longitud, 1,88 metros de altura y 1,495 metros de altura, con una distancia entre ejes de 2,82 metros. Estas cifras lo colocan directamente en un escalón por debajo del actual BYD Seal eléctrico comercializado en España.
En cuanto a las prestaciones de este modelo, el BYD Qin L EV oferta dos variantes mecánicas que, en ambos casos, cuentan con un único motor eléctrico situado sobre el eje trasero.
En la opción más asequible, presenta 148 CV de potencia y 220 Nm, mientras que la más potente cuenta con 215 CV y 330 Nm de par máximo. Además, en ambos casos, estas opciones están sujetas a dos niveles de batería.
El primero de los niveles es de 46,08 kWh que aporta una autonomía total, según su homologación en ciclo CLTC (menos exigente que el WLTP al que estamos acostumbrados) de 470 kilómetros. Por su parte, la batería de 56,64 kWh homologa 545 kilómetros. En ambos casos, su consumo medio es de apenas 10,8 kWh/100 km.
En lo que a tecnología se refiere, se puede afirmar que es un vehículo propio de una marca china, puesto que cuenta con elementos ya conocidos de la compañía. Como, por ejemplo, un panel táctil de 15,6 pulgadas y conexiones móviles acoplado en el centro del salpicadero o una instrumentación digital de 8,8 pulgadas tras el volante.
Ideado para el confort de sus ocupantes, el BYD Qin L EV incluye asientos calefactables y con ventilación, una pequeña nevera para bebidas, un gran techo solar panorámico, cargador inalámbrico para smartphone con 50 W de potencia, entrada sin llave y un equipo de sonido de alta definición. Además, para el tema maletas y vacaciones, este sedán eléctrico dispone de un maletero trasero de 460 litros y uno trasero de 65.
Y ahora llega lo realmente fascinante: el precio. ¿Cuánto vale el BYD Qin L EV? Pues bien, este modelo parte, en China, desde 119.800 yuanes, unos 15.225 euros. Para tener una mayor referencia, la opción más equipada y prestacional hace lo propio desde 139.800 yuanes (17.770 euros).
Asimismo, y tal y como prometieron desde la marca, este sedán eléctrico incluye la tecnología de conducción autónoma conocida como ‘Ojo de Dios’.
En caso de que te haya interesado este nuevo modelo de BYD, debes saber que se reserva, por ahora, para el mercado chino. No obstante, no se descarta un posible desembarco en Europa en el futuro, tal y como ya ha ocurrido con otros coches del gigante asiático.
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