Desde el Faro
Por: Rafael Hidalgo
En el mes de diciembre, el directorio del BCR, que preside Julio Velarde, cerró el año 2024 manteniendo por segundo mes consecutivo la tasa de interés de referencia de política monetaria (TRPM) en 5%, mientras que en los EE. UU., Jerome “Jay” Powell, presidente de la Fed (banco central), bajó su tasa al 4.25%, anunciando 3.75% para el 2025 y 3.25% para el 2026, dejando en offside a nuestras autoridades monetarias. Jay señalaba en la víspera: “Si bien los riesgos para la inflación han disminuido, para el empleo vienen aumentando”, acotando: “Con un reajuste… la fortaleza de la economía y del mercado laboral puedan mantenerse”.
Al parecer, las declaraciones del presidente de la Fed han calado en el congresista Wilson Quispe, quien, alarmado por el medio millón adicional de desempleos (536 mil, según el INEI), que ha cobrado la recesión, interpeló hace poco a Velarde: “En algunos países, el banco central fomenta el empleo. ¿Ha buscado alguna iniciativa?”, quien respondió, sin disimular su molestia: “No soy el ministro de Economía… no me corresponde”. E inmediatamente, la prensa afín arremetió contra el maestro puneño.
No obstante, hace algún tiempo, el economista Iván Alonso comentaba: “…Ya que se redujo la inflación… Podría pensar que le da algún espacio al Banco Central para reducir las tasas de interés y eso de alguna manera estimulará la actividad económica…” (Canal N, 11/12/23). A mayor reactivación, mayor probabilidad de generar empleo.
Si bien el BCR, desde diciembre del 2023 hasta diciembre del 2024, bajó la TRPM de 6.75% a 5%, en una primera lectura se aprecia que no fue suficiente, porque, si bien, en ese mismo período, bajaron las tasas de interés corporativas y para la gran empresa, en cambio, subió la tasa de interés anual promedio de los créditos de dos millones de microempresas (hasta 10 trabajadores) en cinco puntos porcentuales (de 43.8% a 48.8%) y para los créditos de consumo (que toman 5 millones de hogares) en tres puntos porcentuales (de 54.3% a 57.2%), según la Nota No. 90 de Liquidez y Crédito del BCR (noviembre).
Ante este costo del dinero, las colocaciones de créditos en los últimos doce meses apenas han crecido 0.7%. Por un lado, crece el crédito corporativo y a la gran empresa en 1.2%, mientras el crecimiento del crédito a la mediana y pequeña empresa está congelado (0%). Pero lo que sí se viene evaporando a velocidad de crucero son los millonarios retiros de las AFP y de las CTS, que a este paso podrían agotarse en plena campaña electoral.
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