BASTA DE INDIFERENCIA CON VENEZUELA Por: Luis Hernández Patiño
Basta
de indiferencia con Venezuela
La postura que el Frente Amplio ha tenido en el
congreso de la república, al no apoyar la moción que se presentó, y que la gran
mayoría de representantes aprobó sobre la situación del puebloy
del país de Venezuela, da lugar a diferentes lecturas.Nos permite reconfirmar lo
complicado que a los miembros del mencionado frente les resulta el señalar a un
régimen de oprobio; régimen, que no tiene ningún empacho a la hora de pisotear
los derechos inherentes a la naturaleza humana. Entre excusas y medias tintas, lo
único que hacen los de ese frente es tratar de no comprometerse; nos dicen que
lo que pasa en Venezuela es asunto de los venezolanos.Pero desde esa lógica, ni el pueblo
de aquel hermano país, ni ningún otro pueblo debió preocuparse por lo que
ocurría entre nosotros, a fines de los años 90, cuando el Perú trataba de darse
un nuevo gobierno en democracia.
¿Tan difícil resulta condenar a una dictadura como
la que existe en Venezuela?¿Tan difícil es declarar la solidaridad con aquel
pueblo que hoy sufre hambre y miseria?¿Qué es aquello que les impide a los integrantes del Frente Amplio
tomar una postura firme y decidida al respecto?¿Será acaso el factor
ideológico?¿No podría haber algo más poderoso que ese
factor?
Sin embargo, hay algo que va más allá de la
denuncia a la dictadura y que debe destacarse: resulta que en Venezuela hay un
buen número de peruanos que la deben estar pasando bien mal dada la situación
que padecen.¿Y qué tiene que ver eso con la postura del Frente
Amplio en el congreso?Pues mucho; mucho, porque al
proceder en la forma en la que lo han hecho, los de aquel frente le han dado la
espalda a nuestros compatriotas que viven por allá; los han dejado a su suerte,
sin importarles lo que les pudiese estar
ocurriendo.
Al escribir estas líneas, estoy pensando en un
amigo de mi colegio que se fue en los años ochenta.¿Cómo le estará yendo?Mientras estudiábamos la secundaria, en los años setenta, juntos nos
oponíamos a la entonces nefasta dictadura de Velasco, y pensar que, ahora, mi
amigo es una de las tantas personas que padecen una dictadura de igual signo
ideológico y de una peor envergadura en el terreno de los hechos.Ante eso, realmente, da impotencia no poder ayudar a quienes como en el
caso de mi amigo nos están necesitando.
Los peruanos que viven en Venezuela no andan
buscando pokemons en los parques; lo que hacen es ver de encontrar algo de
comer, y los que estamos acá no tenemos derecho a abandonarlos, considerando que
la vida da muchas vueltas y que nadie sabe lo que pudiese ocurrir en alguna
oportunidad.¡No seamos
indiferentes!