En construcción - Por Juan Carlos Valdivia - EL MONTONERO
En construcción
17 de Mayo del 2016
Acusaciones
que desgastan a la candidata de Fuerza Popular
La
campaña electoral se perturba con la denuncia de un programa televisivo sobre
Joaquín Ramírez, un congresista fujimorista, que implicaría también a Keiko
Fujimori. Lo conocido al momento de escribir es aún insuficiente para emitir una
opinión. Solo se ha hablado de dichos de un supuesto colaborador de la DEA y de
la probable existencia de una grabación. Si se han comprado negocios será fácil
determinar la existencia de los mismos, lo que ya deben haber hecho quienes
vienen llevando adelante la investigación.
Ya
la candidatura de Keiko Fujimori venía cargando, como lo ha señalado ella misma,
una pesada mochila con hechos del pasado. De aparecer un indicio que implique a
Keiko Fujimori en el lavado de activos, sería el fin de un proyecto político
trabajado durante los últimos quince años, el mismo que ha permitido tener
esperanza a un importante número de peruanos.
Lo
cierto es que este tipo de acusaciones encuentran terreno fértil en la biografía
fujimorista. Y por lo mismo se debe actuar con firmeza y urgencia para dar
explicaciones al país. Es probable que la investigación periodística en Estados
Unidos se desarrolle en capítulos, dándonos a conocer día a día nuevos hechos
que irán construyendo una verdad respecto al congresista Ramírez y a la misma
Keiko Fujimori. Esto terminará por desgastar la candidatura fujimorista,
exponiéndola al ataque de sus contrincantes y a la desconfianza de sus
seguidores.
Pero
el problema mayor surge hacia el futuro. ¿Cuál será la actuación de la bancada
fujimorista a partir del 26 de julio? ¿Estará en condiciones de superar una
situación donde haya indicios serios que comprometan a la señora Fujimori?
¿Podrá mantenerse unida? Este proceso electoral, que es el cuarto en este siglo
y encuentra a un Perú diferente, con 20% de pobreza e integrándose a los
círculos económicos virtuosos en el mundo, debe elegir al presidente que nos
llevará al bicentenario. Sin embargo, el proceso mismo ha estado lleno de
sobresaltos. Y a pesar de ello, las formas democráticas se siguen respetando.
Pero el resultado de la elección, cual fuera hoy en dia, solo nos dejara un
presidente con problemas institucionales.
Tendremos
un presidente con sólida mayoría parlamentaria, pero con serios cuestionamientos
morales; o por el contrario un presidente con una raída bancada oficialista y
sin la fuerza necesaria para poder gobernar. Es lamentable, pues cuando la
mayoría parece convencida de que el camino emprendido es el correcto, no dejan
de saltar los fantasmas del pasado a recordarnos que nuestro futuro está aún en
construcción.