Refinería La Pampilla se desmarca de Petroperú en precios, por César Gutiérrez
Empresa de capitales españolas valoriza gasoholes hasta 7.0%
más caros
Desde hace un mes ha habido un cambio sostenido en la política
de valorización de los combustibles en el mercado peruano. Los formadores de
precios, las dos empresas de refinación: Refinería La Pampilla SAA (Relapasa),
controlada por Repsol Perú BV y Petroperú SA, cuyo control lo tiene el
estado; por primera vez en mucho tiempo han divergido significativamente en sus
listas de ventas. La privada, muestra las cotizaciones más costosas, sobre todo
en los gasoholes de 90 y 84 octanos, que son los más consumidos entre los
gasoholes (gasolinas mezcladas al 7.8% del volumen con etanol) que se
expenden. Entre ambos representan el 78% del volumen vendido de estos productos,
que se pueden encontrar en octanajes de: 84, 90, 95, 97 y 98.
Lo interesante es entender las razones de lo que está
ocurriendo, encuentro dos: Relapasa está seguro que no va existir disminución en
sus volúmenes de ventas a pesar de ofrecerlos más caros y en Petroperú todo
indica que obedece una consigna gubernamental.
Para tener una idea de un posible justiprecio, la señal la da
la publicación semanal de la institución estatal Osinergmin, cuyos funcionarios
hacen un cálculo denominado “paridad de importación”, que no viene a ser
sino la simulación de una importación eficiente desde un mercado
relevante, como lo es la Costa del Golfo de México, al que se le suma un margen
de utilidad propio de los agentes de mercado. El concepto total se denomina
Precio de Referencia más Margen Comercial (PR1 + MC). Si se hace la operación y
se compara en el caso del gasohol de 90 octanos, con lo consignado en la lista
de Petroperú, resulta que hay un atraso en su precio del 6.8%, mientras que si
se hace lo mismo para el gasohol de 84 octanos, el retraso es de 9.0%.
Justamente en estos dos combustibles, Relapasa los tiene más caros que
Petroperú, en un 7.0%.
Es fácil explicar estas diferencias entre las dos
refinadoras. La empresa de capitales españoles, que tienen hoy el 83% del
accionariado; en el caso del gasohol de 90 octanos no está dispuesto a ceder un
milímetro de atraso, mientras que en el caso de 84 octanos, que volumétricamente
en el mercado se expende el 50% respecto a la de 90 octanos, su supuesto
desprendimiento en estar atrasado no es tal, por ser un producto de venta
principalmente en provincias donde no tiene mayor presencia.
Hoy la cadena de estaciones atendidas por el brazo
comercial de Relapasa; Repsol Comercial SAC (Recosac), que son cerca de 373
estaciones, entre propias e identificadas; se ha hecho un prestigio por la
presentación de sus locales y por la calidad del producto, llegando a una
fidelización de sus clientes. Por esta razón no tienen temor alguno de exhibir
precios más elevados, lo cual hoy se ha convertido en una necesidad para
rentabilizar al máximo sus operaciones, cuando todo hace indicar que hay una
intención de la matriz española de deshacerse de activos del downstream en el
Perú. La mejor muestra ha sido la venta la semana pasada por parte de Repsol Gas
Comercial SA, de su empresa Solgas, uno de los principales agentes de mercado de
gas licuado de petróleo (GLP) en el Perú. Fue un hecho público venido desde
España, el año pasado, que fue desmentido tardíamente, que Relapasa estaba
siendo ofrecida a potenciales inversores.
Por el lado de Petroperú, que en los últimos años siempre
colocó el gasohol a un precio superior a PR1 + MC; en el año 2015, lo hizo en
13% para el de 90 octanos y 14% para el de 80 octanos; la actitud coincide con
el bullying iniciado por el Banco Central de Reserva (BCR), contra la
dolarización de las tarifas eléctricas y los precios de Petroperú. En el primer
caso la respuesta ha venido por el regulador Osinergmin, que en la regulación
que entrará en vigencia para el período 01 de mayo del 2016-30 de abril del
2017, ha desdolarizado parcialmente los precios de electricidad y en el caso de
la petrolera estatal vemos este retraso respecto al PR1 + MC, que no se había
practicado durante todo el gobierno de Ollanta Humala.
Bueno es tener precios que no excedan los que corresponden a
una importación, pero no es sano estar por debajo, cuando hoy no existe Fondo de
Estabilización de Precios para estos productos y en un momento que están en
búsqueda de financiamiento en el mercado de capitales por una cifra no menor a
1,500 millones de dólares, que fue el monto de emisión de bonos anunciado por el
presidente de la petrolera y que según sus afirmaciones debió conseguirse en
noviembre del año pasado, cosa que no ha ocurrido hasta el momento. Mal haría el
gobierno ejercer presión para un atraso de precios a estas alturas.