La política como el fútbol - Por Javier Barreda - EXITOSA DIARIO
La política como el
fútbol
Por Javier Barreda
Estos días grises de fútbol pueden ser útiles para analizar mejor la política
en el país. En el fútbol compiten diversos equipos y contratan jugadores
para ser más competitivos, campeonar (si son equipos ganadores) o
simplemente no perder la categoría. Equipos con más o menos identidad,
tradicionales o nuevos, pueden incorporar o contratar jugadores que incluso
estaban en el equipo contrario o en clásicos rivales. Raúl
Ruidíaz, el pequeño motor de Universitario, fichó por
el Melgar y luego regresó a Universitario. Marko
Ciurlizza, campeón tres veces con la ‘U’, luego tuvo
largos años en Alianza Lima. Todos los goles los celebraba con
igual pasión. Son incontables los jugadores que pasan de un equipo a otro acá y
en el mundo. Es la lógica de las carta-pases. Equipos con
hinchada propia (como los tradicionales ‘U’, Alianza, Cristal) compiten con
clubes efectistas, casi sin hinchas y sin tribuna. Con dinero no hay límites
para contratar y competir.
La política peruana se ha futbolizado. Los partidos
reales (grandes o pequeños), partidos - logo
(solo inscripción), partidos familiares o partidos
empresas, ya en la partida, analizan a quién jalan o convocan, para
pelear el campeonato o para salvar la categoría. Y a la espera tenemos los
jugadores (políticos, artistas, opinólogos voluntaristas, etc.) con sus
carta-pases esperando a qué partido se ofrecen o cuál los convoca.
Sergio Tejada se salva con los fonavistas;
Rosa Mavila ficha para Yehude Simon;
Vladimiro Huaroc firma por el fujimorismo; Marisol
Espinoza, vicepresidenta nacionalista, evalúa fichar por los
Acuña, otros ya están con Kuczynski y vienen
más pases. Es la lógica del fútbol, del espectáculo y las carta-pases invadiendo
nuestra política sin sistema de partidos. Estos cambios de camiseta no son
nuevos en la vida electoral y de seguro tendremos sorprendentes casos de
fichajes en las próximas semanas. El fin es seguir jugando, prolongar
el privilegio en la categoría de los políticos vigentes.
Una política sin identidades firmes o con políticos (de ayer y hoy) sin
posiciones definidas y banderas programáticas permanentes, es lo que hace a la
democracia tan distante a los peruanos. El problema no es el voto
preferencial o el financiamiento o no a los partidos.
La gente de a pie percibe que los políticos cambian de camiseta por tácticas muy
personales. Así se reproduce la inestabilidad y la
banalidad de la política, que urgentemente debemos superar.
Cuidado con los equipos improvisados. Solo una propuesta
institucional y consistente puede asumir los
desafíos del país.