PIE IZQUIERDO
Cenaida Uribe y Omar Chehade han sido
expulsados del nacionalismo y ya no forman parte de su bancada en el Congreso.
Aquí el que importa es Chehade, pues no da lo mismo que Chehade esté amarrado a
que esté desatado. Por el contrario, sí da lo mismo que Uribe –con la reputación
por los suelos– esté amarrada o desatada. Es cierto que Chehade había
últimamente lanzado pullas a la misma Nadine Heredia dándole el vuelto a la doña
que se las daba de “caminar derecho”. Pero, mal que bien, los dardos estaban
dentro de los límites de la discrepancia propia de todo movimiento político y
Chehade no parecía tener intención de irse. Pues la pareja de Palacio le dio un
puntapié y lo botó. ¿Hicieron bien? No creo. Tenerlo cerca era fundamental para
que lo poco que decía en contra no se convirtiera en mucho. Hoy Chehade ha
pasado del ingenioso “tan difícil es ponerse a derecho”, dedicado a Heredia, al
insidioso “el presidente está secuestrado por su esposa en Palacio”. Y, peor
aún, pelearse con el abogado que te ha sacado las castañas del fuego siempre es
un mal negocio: ¡Madre Mía que sí!
LA MUJER BOA
Esta es de Ripley. Susana Villarán, quien
hace poco tiempo postuló al puesto de “relatora especial sobre violencia contra
la mujer” en la ONU, ha dicho que Keiko Fujimori es un
reptil. Esto a raíz de que estos bichos rastreros mudan de piel cada cierto
tiempo y, como Keiko le estaría “malogrando” la plaza ondeando banderitas
“progresistas”, pues hay que “enterrarla” literalmente. Bueno, ya sabemos por
qué la “tía regia” no agarró esa chamba en la ONU.
Mujer, ¡eres una reptil! Mujer, ¡te voy a enterrar! Mujer, ¡llevas el crimen en
tu ADN! Lo que sí, parece que esto de mudar de piel
como los reptiles es contagioso, porque la tía Susy ya se va pareciendo a
Urresti con faldas: ¡solo le falta la camisa negra y el saludo
romano!