Materias primas llegan a precios mínimos en 13 años por freno económico de China
El mundo desarrollado entró en recesión con las materias primas en máximos
históricos y sale de la crisis con las commodities en niveles de hace más de una
década.
El Bloomberg Commodity Index, que mide la variación de toda clase de materias
primas, desde el oro, el petróleo o el gas natural hasta el maíz, la soja, el
hierro o el cobre, cae casi un 11% en lo que va de año, al valor más bajo desde
2002.
La decena de expertos consultados por el diario El País de España aporta
varias razones para explicar este brusco aterrizaje -la fortaleza del dólar o la
próxima subida de tasas de interés en EEUU-, pero coinciden en una por encima
del resto: las señales de fragilidad que emite la economía china.
"China es el primer consumidor de materias primas y sus oscilaciones internas
afectan al resto", explica Gabriel Stein, de Oxford Economics.
Las muestras de "debilidad" de la segunda mayor economía global, que compra y
procesa materias primas para convertirlas en productos que luego vende a medio
mundo, acrecentadas por las recientes caídas en sus Bolsas, "han deprimido el
mercado", apunta Daniel Smith.
Este analista independiente descarta, sin embargo, que la economía china haya
"colapsado": en ese caso, los mercados de materias primas se habrían hundido. Y
recomienda utilizar como termómetro la evolución reciente del cobre, en mínimos
de seis años. "La caída ha sido fuerte, sí, pero respecto a otros momentos de la
historia reciente el precio sigue siendo relativamente alto".
Nicholas J. Johson, vicepresidente ejecutivo y responsable de materias primas
de la firma de inversión Pimco, reconoce la debilidad de la demanda china, pero
lo achaca a la transición de una economía orientada a la inversión y a la
producción -intensiva en commodities- a otra basada en el consumo. Y opta por
buscar explicaciones más allá del gigante asiático: "Hay que tener en cuenta la
fortaleza del dólar, que tiene un efecto importante".
Nitesh Shah, analista de ETF Securities, afirma que el descenso en los
precios tienen origen en el funcionamiento mismo del mercado, con "el exceso de
oferta y la percepción de que la demanda se mantendrá débil", pero advierte que
el mercado "ignora" las buenas noticias económicas: "Sigue siendo tercamente
pesimista por la acumulación de años de bajo rendimiento", explica.
El efecto dominó ha alcanzado también a las divisas de países que son, en su
mayoría emergentes. Tras una década dorada, impulsados por el encarecimiento de
petróleo, hierro, cobre, carbón y alimentos, las monedas locales han sufrido
severas caídas en 2015: el real brasileño de deja casi un 20% frente al dólar,
el peso mexicano cae un 8% y el chileno un 7%.
En estos siete meses solo resiste el rublo ruso, que se revaloriza un 5% tras
un 2014 de fuerte retroceso y solo después de que su banco central decretase la
mayor subida de tasas desde la crisis de 1998.
"La devaluación de sus monedas ayuda a estos países a recuperar
competitividad, pero no es la panacea. Nada hace pensar en que esta tendencia
vaya a dar la vuelta”, concluye Chris Weston, estratega jefe de IG
Markets. El Mercurio