Al menos 43 muertos en un tiroteo entre sicarios y la policía en México
Un enfrentamiento entre policías y supuestos delincuentes se ha
cobrado al menos 43 muertos en el estado mexicano de Michoacán, al sur del país.
Los ataques han ocurrido en el municipio de Tanhuato, a 450 kilómetros de la
capital mexicana y situado en los límites entre Michoacán y Jalisco, dos de los
estados que son fundamentales en la estrategia de seguridad del presidente
Enrique Peña Nieto.
Coches de la policía se dirigen a Tanhuato
(Michoacán). /HECTOR GUERRERO (AFP)
Entre los muertos hay por lo menos 41 civiles y 2 policías
federales, según indica una fuente de seguridad que pide el anonimato. Los
tiroteos comenzaron desde la mañana de este viernes. Las primeras informaciones
indican que un convoy de la Policía Federal mexicana fue atacado por un grupo
armado supuestamente vinculado al Cartel Jalisco Nueva Generación.
El gobernador interino de Michoacán, Salvador Jara Guerrero, ha
indicado que hay además otros cinco detenidos y tres heridos. Los
enfrentamientos ocurrieron después de que la policía detectara una camioneta
"sospechosa" esta mañana, lo que desató la violencia. Jara ha señalado que "es
muy probable" que los hombres armados que se enfrentaron a la policía fueran
sicarios del Cartel Jalisco Nueva Generación. El alcalde de Tanhuato, José
Ignacio Cuevas Pérez aseguró en una entrevista radiofónica que los
enfrentamientos habían comenzado hacia las ocho de la mañana.
Michoacán es uno de los estados más convulsos de México, pero
la zona donde ha ocurrido el ataque lo es todavía más. Es territorio en disputa
entre Los Caballeros Templarios y el Cartel Jalisco Nueva Generación desde hace
por lo menos cinco años, por su ubicación estratégica para el trasiego de droga.
Está a solo unos kilómetros de La Barca (Jalisco), donde se halló una de las
fosas comunes más numerosas de México: al menos 78 cadáveres, que en su gran
mayoría permanecen sin identificar. Tanhuato colinda también con Yurécuaro,
donde el candidato a la alcaldía Enrique Hernández fue asesinado en pleno mitin.
México celebrará elecciones regionales el próximo 7 de junio.
Tanhuato y Yurécuaro son dos municipios que comparten historia.
El alcalde tanhuatense, Gustavo Garibay, murió asesinado en marzo de 2014. Había
sobrevivido ya a un atentado. Garibay había denunciado las extorsiones y abusos
a los que el cartel de Los Caballeros Templarios, la banda delincuencial
dominante en la zona, había sometido a la población.
Enrique Hernández, el candidato a alcalde asesinado, fue uno de
los líderes de las autodefensas que se alzaron en febrero de 2013 para
defenderse con armas del crimen organizado y había sido acusado el año pasado
del asesinato de Garibay, en abril de 2014. Hernández fue detenido sin orden
judicial y, aseguró frente a la Comisión de Derechos Humanos de Michoacán, había
sido torturado para obtener una confesión. Meses más tarde fue liberado por
falta de pruebas que le vincularan al asesinato. La muerte de Garibay permanece
sin esclarecer.
La ola de violencia desatada en Tanhuato y Yurécuaro refleja
que la violencia en Michoacán no se concentra en la zona de Tierra Caliente, que
ha sido el principal foco de atención mediática desde el alzamiento de las
autodefensas. La distancia entre Tanhuato y Apatzingán, el epicentro de Tierra
Caliente, es de casi cuatro horas en coche. El asesinato más grave ocurrido
contra un grado castrense en México, el vicealmirante Carlos Salazar, ocurrió
también en un municipio lejano al supuesto foco que centra las autodefensas: en
Churintzio, a unos 40 minutos de Tanhuato y también en la carretera entre
Jalisco y Michoacán.
Los hechos ocurren también después de que una emboscada contra
15 policías federales en la carretera entre Guadalajara y Puerto Vallarta y
después de que sicarios identificados como miembros del Cartel Jalisco Nueva
Generación organizaran una ofensiva en contra de las autoridades mexicanas en la
que incluso derribaron un helicóptero militar.
El Gabinete de Seguridad de México ha anunciado que ha
destinado la movilización de miembros del Ejército y la Marina a la zona para
restablecer la seguridad. El Gobierno mexicano no ha informado aún de un relato
oficial sobre los hechos ocurridos este viernes.