La Pax Cateriana - Por JUAN CARLOS VALDIVIA - CORREO SEMANAL
La Pax Cateriana
Si el objetivo de Pedro Cateriano fue lograr el voto de
investidura reduciendo los decibeles del debate político y presentándose ante el
Congreso con un discurso monótono, plagado de cifras, de obras por hacer y de
buenas intenciones, ha cumplido sus objetivos.
Pedro Cateriano ha logrado una votación superior a la de sus dos
últimos predecesores que lograron el voto de confianza en base a argucias
legales. Existe un consenso entre las fuerzas políticas que Cateriano es un
hombre honesto y con voluntad política, pero que debe mostrar
independenciadel poder factico que ronda palacio de
Gobierno.
La presentación de Cateriano ha carecido de fuerza política. Este
hecho no deja de sorprender por la personalidad polémica del Primer Ministro. No
hubo referencias ideológicas, y las que hizo sobre el final a la capacidad del
país de sobreponerse a momentos difíciles fueron cuidadosamente redactadas con
el fin de no generar debates. Si busco mostrar su apuesta por la inversión
privada como motor de la economía, y dentro de ella hizo particular énfasis
por la minería.
Tampoco ha dado explicaciones sobre algunos temas álgidos, como
el espionaje realizado por los servicios de inteligencia estatales a
congresistas de oposición, periodistas y empresarios. Se esperaba que Cateriano
garantizara un proceso electoral con un Estado neutral, pero esa es una tarea
complicada mientras no se aclare el espionaje a la oposición. En este aspecto
solo se han dejado una serie de dudas. De la misma manera, el tema de las
relaciones con Chile estuvo ausentes del discurso
Cateriano incluso supo poner en las cosas en su sitio cuando
congresistas -que funcionan como voceros de la presidenta del partido
nacionalista- pretendieron plantear una suerte de chantaje e imponer el
otorgamiento de facultades para legislar al señalar que el premier había hecho
cuestión de confianza la aprobación de las mismas.Hay que
estar alertas de la vocación confrontacional que parece ser el espíritu en
Palacio de Gobierno, contra “la pax cateriana” que pretende imponer el
premier.
Es evidente que al Gobierno preocupa el haber perdido el control
del Parlamento. Ello explica que se solicite delegación de facultades, pues se
han mal acostumbrado a que la entonces mayoría nacionalista apruebe proyectos de
ley sin mayor discusión, y sin modificar el texto que era enviado por el
Ejecutivo. Pero eso sucedía en un gobierno que además era poco afecto a dialogar
con las fuerzas de oposición. Hoy que al parecer no hay miedo a enfrentar el
dialogo político quizás debieran revisar estas manías autoritarias. En este
escenario la siguiente batalla se dará por la elección de la mesa Directiva, asi
como de las solicitudes de algunos grupos parlamentarios de revisar la
composición de comisiones, en la medida que hay nuevas proporciones que el
nacionalismo no quiere revisar.
El premier se ha planteado un reto inmediato: Buscar resolver la
situación del proyecto minero de Tia Maria. Quiere llevar la “pax cateriana” al
convulsionado ambiente de la provincia de Islay. En este primer mes de gestión
Cateriano ha logrado sorprender obteniendo el respaldo de personas
insospechadas, como el mismo Alan Garcia. Ha mostrado el temple para poder
revertir situaciones difíciles y no tendría porque no tratar de hacer lo mismo
en Arequipa. Si logra hacerlo, entonces habrá mostrado que es posible usar el
arma del dialogo para enfrentar a los violentistas.
Con el otorgamiento de la confianza a Cateriano hemos iniciado un
nuevo periodo que esperemos se prolongue hasta el fin de este gobierno y que se
exprese en lograr atenuar el ambiente de beligerancia en el país. Este será un
primer paso importante para que la economía recupere confianza. Que así
sea.