Candidatos, revisen compromisos estatales en megaproyectos por César Gutiérrez
Reitero mi insistencia a los candidatos presidenciales que aspiran al
inquilinato quinquenal de la casa de Pizarro a partir de julio de 2016, a que
pasen de la generalidad a los lineamientos que deberán regir un posible mandato.
Se heredará la ejecución de un conjunto de megaproyectos: línea 2 del metro;
línea de transmisión eléctrica Moyobamba-Iquitos; modernización de la Refinería
Talara; gasoducto sur peruano; nodo energético del sur y de cumplirse con lo
ofrecido, la central termoeléctrica de Quillabamba. La culminación de estas
obras deberá ocurrir en el siguiente ejercicio presidencial, siempre y cuando en
esta administración caracterizada por la inacción, se den las condiciones para
que haya continuidad, de lo cual tengo mis legítimas dudas.
Siendo la agenda de pendientes tan basta, voy a referirme a dos temas del
sector de generación de energía eléctrica y que involucran a la estatal
Electroperú: nodo energético del sur y termoeléctrica de Quillabamba. En ambos
casos hay un compromiso que el contrato de suministro de gas natural (GN) tiene
como vehículo a la referida empresa. El concepto de hacerse así no es malo, es
más, ya se hizo de esta manera en el caso del desarrollo del hoy exitoso
proyecto Camisea, que ha permitido tener una importante participación en la
matriz energética la generación eléctrica en base a GN. El tema de fondo es que
al retiro del “humalismo” del poder, deberíamos tener la certeza que se hayan
firmado los contratos de abastecimiento del mencionado combustible.
El tema no es nada sencillo, habrá que lidiar con cuatro variables: la
voluntad del productor de GN, que siempre ha sido esquiva; el precio del gas,
pues la fórmula de reajuste solo tendrá vigencia hasta el 2019 y aquí se
necesita un horizonte que por lo menos llegue al 2036; la disponibilidad de
reservas probadas certificadas que para el horizonte planteado no existen y el
compromiso contractual sobre el volumen de GN a cancelar desde la fecha del
inicio de la puesta en operación comercial, tema que en el argot del sector se
conoce como contrato “take or pay”.
Si no hay un seguimiento del cumplimiento de los temas referidos, el nuevo
gobierno tendrá serios problemas para la culminación de las obras.