¿Cómo quiere ser recordado? - Por JUAN CARLOS VALDIVIA - CORREO SEMANAL
Momento de
tomar decisiones, presidente Humala
¿Cómo
quiere ser recordado?
Los niveles de
confrontación a los que nos está llevando la acción política del gobierno hacen
notar que los negocios en los que están envueltos los amigos de Palacio de
Gobierno están más cercanos de lo que se podía especular inicialmente.
La política llegará a
mayores niveles de desprestigio cuando los indicios escalen cada vez más cerca
de la dirigencia del Partido Nacionalista, más conocida como Pareja
Presidencial. Las pruebas que aparecen semana a semana, solo acercan los
negociados en los que están envueltos Belaunde Lossio y sus amigos hacia Palacio
de Gobierno. En estos días vemos el nivel de enriquecimiento repentino con
grandes compras inmobiliarias, como la fluida relación con funcionarios de
Palacio documentado en fotografías y registros de visitas a las oficinas
palaciegas.
Lamentablemente, en el
gobierno no hay conciencia de esto. Están preocupados en buscar organizar una
defensa, antes de ver las implicancias que este caso tendrá para la política
nacional. A este caso de negocios con fondos públicos, hay que sumar el triste
espectáculo que brinda un ex presidente del Congreso y la actual Presidenta del
Congreso, envueltos en un escandálate digno de los programas de farándula de
nuestra televisión. Este gobierno está llevando la política a los niveles más
bajos desde Fujimori – Montesinos.
La degradación de la
política sin embargo puede tener efectos sumamente peligrosos. La ciudadanía
puede buscar de manera desordenada un reemplazo, exponiéndonos a nuevos
aventureros. El grito “que se vayan todos”, trae al lado la invitación a lo
desconocido. Además de una probable situación de inestabilidad política
espantará a la inversión privada en momentos en que se requiere reanimar a la
economía. Y un gobierno débil, solo convocara a quienes buscan aprovechar una
situación para desestabilizar.
¿Qué hacer?
Si Ollanta Humala tuvo la
firmeza en su momento para reconocer su error y cambiar el modelo económico que
proponía inicialmente, siguiendo las líneas maestras del modelo económico
vigente, esperemos tenga la fuerza de voluntad para no permitir que este
escándalo carcoma a su gobierno. Debe actuar con mano dura, separando a todo
aquel que haya tenido que ver con los negocios que se vienen denunciando,
incluso a aquellos que trabajan cercanamente a él.
Tiene también que acabar
con esa política de confrontación y pasar a una de dialogo. Para eso requerirá
abandonar el esquema d poder en el que se ha venido moviendo, donde personas que
no han sido elegidas, ni tienen cargo público alguno –como su esposa- toman
decisiones, definiendo quienes participan en el gobierno y quienes no,
dependiendo de si se someten a su poder o no. Bajo este esquema no encontrara
personas respetables que acepten colaborar con su gobierno.
Humala debe enriquecer su
gobierno y no seguir empobreciéndolo, Requiere independientes y no gente sumisa
y servil. Debe recuperar el puesto de Presidente del Consejo de Ministros, que
ha pasado a ser inexistente, para que sea ocupado por una personalidad con
biografía y trayectoria.
El presidente Humala tiene
la responsabilidad de entregar el gobierno habiendo recuperado la senda del
crecimiento, pero principalmente generando el ambiente adecuado para que su
sucesión recaiga en alguien que mantenga el modelo y profundice las reformas
como la de educación. Si logra esos objetivos, habrá tenido un gobierno que
trascenderá. Si deja que los negocios de sus amigos se tumben a su gobierno,
solo será recordado como el presidente que le puso punto final al ciclo de
crecimiento que duró 25 años.
Es una decisión sencilla
aunque implique la toma de algunas medidas con firmeza. ¿Cómo quiere ser
recordado, presidente Humala?