La Caja de Pandora - Por JUAN CARLOS VALDIVIA - CORREO SEMANAL
La Caja
de Pandora
El desorden y el caos
cunden en el partido de Gobierno. Los congresistas y ministros deben responder
respecto a las andanzas de Martín Belaunde Lossio, y entran en contradicciones
pues las decisiones partidarias se tomaban en un nivel en el cual ellos no se
encontraban (y que hoy en día tampoco se encuentran). Se defienden de un
supuesto ataque, en lugar de buscar explicaciones sensatas, y tomar distancia de
alguien que no ha venido actuando correctamente.
En esa esa falta de
estrategia buscan encontrar otros responsables. Repiten, acompañados de los
medios amigos del Gobierno –uno del que anda en líos por Ecoteva y el otro de la
familia de Belaunde Lossio- que Rodolfo Orellana era aprista o actuaba con el
beneplácito del gobierno aprista. Hasta ahora no se ha podido demostrar, salvo
algunos contactos, que se han repetido en este gobierno.
Los congresistas, con
Daniel Abugattas a la cabeza, se les ocurrió que la mejor forma de evitar que se
investigue los negocios de Belaunde Lossio, era diluyendo la investigación.
Plantearon que se investiguen otros lobbies, sin darse cuenta que lo único que
lograban era cuestionar la gestión de diversos ministros de este régimen. En
lugar de diluir, agrandaban el problema. Tuvo que venir la intervención de la
dirigencia del partido (más conocida como pareja presidencial) para evitar que
se genere una crisis de proporciones.
El mismo Presidente Humala,
en una más de sus desafortunadas intervenciones, afirmó que no había materia de
investigación para que el Congreso decida la conformación de una comisión
investigadora. Ya antes –se recodara- había pedido que el tema se trate con
prudencia en razón de que podía afectar a la familia de Belaunde Lossio.
El nerviosismo es notorio
en el partido de gobierno. Es claro que no pueden tomar distancia de Belaunde
Lossio, ni pedir que sea materia de una investigación seria y responsable. Las
razones de esta actitud deberá ser una de las conclusiones de la comisión
investigadora si llega a conformarse.
Este incidente comienza a
afectar al Gobierno. La aprobación presidencial ha disminuido. El 82% de los que
conocen de las acusaciones sobre Belaunde Lossio considera que el Gobierno lo
está protegiendo y el 46% cree que el Presidente era cómplice de sus actividades
y el 35% cree que el Presidente estaba al tanto pero que no era cómplice.
Lamentablemente, el
Gobierno solo da señales de estar muy comprometido en los negocios de Belaunde
Lossio. Creen que logrando dilatar la conformación de la Comisión, y luego
trabando el funcionamiento de la misma, lograran que la ciudadanía pierda
atención. Es lo que han hecho con el caso de Alejandro Toledo, donde la Fiscalía
tiene la investigación un año y diez meses, sin ningún resultado. No hay
acusación, y en este momento ni siquiera tiene Fiscal que evalúe el caso.
El gobierno nos debe una
explicación. Podemos tener certezas respecto a cuál es papel que ha jugado
Martin Belaunde Lossio en la consolidación económica de la familia Humala
Heredia, y por ello la preocupación en que no sea investigado. Sin embargo, una
empresa española en donde solo participan personajes del círculo más íntimo de
la mal llamada pareja presidencial, que participa de licitaciones con el Estado,
nos haría preguntar quiénes son los verdaderos accionistas de Antalsis.
Junto con ello, aparecerán
todos los negocios. Compras de inmuebles, colocación de la publicidad estatal
(donde “el planificador” puede tener mucho que contar), constitución de otras
empresas. El “incidente” Belaunde Lossio puede ser una caja de Pandora, que
libere todas las desgracias humanas, todos los males sobre el gobierno
humalista. Y eso los acompañara hasta la eternidad.