Entrevistado bomba - Por JUAN CARLOS VALDIVIA - DIARIO CORREO
COLUMNA BIZANTINA
Entrevistado bomba
Desde hace algún tiempo, la falta de profesionalismo en
una parte del periodismo ha creado un nuevo personaje: el entrevistado bomba. A
la usanza de la época de la violencia terrorista, donde los coches bomba se
hicieron conocidos, estos personajes aparecen en los medios de comunicación, muy
modositos ellos, pero con el único objetivo de generar polémica, de hacer
afirmaciones que no pueden sustentar, de acusar a algún personaje importante
basados solo en su dicho. El entrevistador, más preocupado en generar escándalo
antes de buscar la verdad, saliva ante cada frase hiriente, ante cada denuncia
sin pruebas, desvirtuando el periodismo hasta convertirlo en un instrumento
arrojadizo.
Con cada vez más prensa tolerante ante estos individuos, estos sujetos han
proliferado en este Gobierno. Congresistas inimputables, algún ministro
mononeuronal, familiares del Presidente -comenzando por su padre-, exasesores de
congresistas, mineros ilegales y montesinistas que han cumplido su condena, son
parte de esta nueva fauna. No importa la legitimidad de su causa ni la biografía
del personaje, lo que importa es que acuse al Presidente, a sus ministros, a los
congresistas e incluso a profesionales destacados que han pasado por el aparato
estatal. ¿Pruebas que sustenten sus dichos? Ya no se usa. ¿Documentos que
acrediten sus dichos? Que se defienda el supuesto acusado.
El periodismo serio debe saber distinguir entre hacer
campañas políticas y cumplir con su tarea de informar. Puede ser que el honor se
haya convertido en un valor en desuso, pero no se puede poner un noble oficio al
servicio de impresentables. No hay que olvidar que el periodismo debe estar
alejado del poder, pero siempre en defensa de las instituciones
democráticas.