De la revolución a la reforma Por JUAN CARLOS VALDIVIA - DIARIO CORREO
COLUMNA BIZANTINA
De la
revolución a la reforma
Una mala señal que la señora Villarán comience a atacar a las encuestadoras
y, peor aún, que se respalde en una encuesta telefónica hecha en el canal de
televisión de Ricardo Belmont. Muestra desesperación, pero también haber perdido
el sentido del ridículo.
La señora Villarán equivocó su estrategia. Y no supo
enmendar en el camino. Todo parece improvisado, poco profesional, como ha sido
su gestión en la Municipalidad de Lima. Y el votante percibe esa sensación de
derrotada que muestra en cada reacción belicosa frente a la prensa.
Por el contrario, Luis Castañeda comienza a aparecer más afable ante los
medios, mostrándose seguro, aunque no dé a conocer muchas propuestas. Inaugura
obras (sus casas solidarias) posicionando su mensaje de que "regresan las
obras". Ha sabido aprovechar la polarización planteada por la campaña de la
señora Villarán, pero mientras ella planteaba honradez vs. corrupción, desde
Solidaridad Nacional construyeron otra polaridad: trabajador vs. vaga.
Equivocó la señora Villarán al pretender usar recursos municipales en su
campaña al lanzar el "Corredor Azul". La negligencia de sus funcionarios, que
los limeños conocíamos por cuatro años, le terminó de pasar factura.
Es triste el final de la izquierda limeña. Han pasado de
la épica de la revolución que discutían desde los sesentas, a terminar
defendiendo la reforma, pero la del transporte, mal diseñada y peor puesta en la
práctica. Es algo que debemos agradecerle a la señora Villarán: su gestión en la
municipalidad pone fin a la generación de izquierdistas que aparecieron en los
setentas, y que se han mantenido vigentes hasta
hoy.