Más allá de las tribulaciones que vive el gobierno con el voto
de investidura de su primer ministro, segunda vez que le ocurre; consecuencia de
las obstinaciones palaciegas por imponer decisiones caprichosas en su agrupación
política y no de un obstruccionismo opositor, cosa que no entiende la gremial
empresarial Confiep, vale la pena ahora preguntarse ¿cuál será el
escenario que debemos enfrentar en los 23 meses que le faltan al “humalismo”
para culminar su gestión?
Lo único certero desde el punto de vista parlamentario es que
los votos incondicionales hasta el final del mandato serán de Perú Posible, de
Alejandro Toledo y Solidaridad Nacional, de Luis Castañeda. Ambos por necesidad;
el primero para tener votos que impidan una acusación mayúscula en el
Legislativo, por sus andanzas inmobiliarias no explicadas y el segundo porque la
única posibilidad de preservar la inscripción que lo mantenga vigente para las
justas electorales es participar en las presidenciales y legislativas del 2016
en alianza con el partido de gobierno. Si estos votos no son suficientes como
está ocurriendo ahora para obtener la investidura de la engreída de palacio, Ana
Jara, tendrán que ir dejando prebenda por cada votación, cosa que no siempre
será posible, el brouchure de ofertas ya casi está agotado.
La defensa del gobierno serán sus psicosociales de aprendices
de malévolos: apresamiento de dirigentes del Movadef, campaña contra presidentes
regionales para encarcelar al opositor minero Gregorio Santos, supuesta
conspiración contra Víctor Andrés García Belaunde, Cornejoleaks, etc. Se sumarán
acusaciones por doquier, así que discrepantes ponerse en guardia porque la
batalla se intensifica.
En respuesta por lo anterior, la oposición que ya hace tiempo
tiene la última versión del software de la acusación, la emprenderá contra
funcionarios gubernamentales que están gestionando los megaproyectos. Como los
temas son complejos y el efectismo señalador se puede cubrir con las billonarias
cifras de cada emprendimiento, habrá lectoría y audiencia garantizada y gozosa
que hagan añicos a los burócratas del régimen. Deberán tener mucho cuidado las
empresas a cargo de las obras, pues los vientos llegarán inevitablemente a sus
predios.