Había una vez oposición - Por JUAN CARLOS VALDIVIA - DIARIO CORREO
COLUMNA BIZANTINA
Había
una vez oposición
Había una vez en que podíamos distinguir quién era Gobierno y quién
oposición. Eran épocas en que había partidos y estos se diferenciaban por su
ideología y no -como sucede hoy en día- por la ambición de quien los lidera.
Cada partido tenía una visión de cómo mejorar el país, y en ellos había
profesionales que plasmaban esas ideas en un plan de gobierno.
En ese entonces, los que estaban en la oposición planteaban alternativas. Por
ejemplo, hoy que se habla de la desaceleración de la economía, los partidos
hubieran presentado planes alternativos para resolver el problema, y hubieran
obligado a que se debata en el Parlamento, en las universidades, y en los medios
de comunicación. Hoy todos esperan ver qué propone el Gobierno, para comentarlo.
Es que los partidos no tienen equipos técnicos porque no tienen ideas, ni
siquiera aquellos que aspiran a ser vistos como alternativa de gobierno.
Eran épocas en que se ingresaba a la política para
servir, no como ahora en que vemos una pléyade de delincuentes y prontuariados
usando la política como una forma de mejora social. Al político se le respetaba,
social e intelectualmente. No como ahora donde un profesional de escasas luces
puede llegar a ser presidente del Consejo de Ministros o ser presidente del
Congreso.
Eran épocas en que la oposición no hubiera permitido que en democracia haya
quienes tomen decisiones sin ser funcionarios públicos, ni haber sido electos.
No solo porque defendían la institucionalidad, sino porque se respetaban ellos
mismos.
Son épocas que lamentablemente han pasado. Y hoy volveremos a ver qué
distante estamos de
ellas.