Los hackeados correos electrónicos del exPremier René Cornejo
están teniendo difusión con mención preferencial en un enfrentamiento ya
conocido entre el ministro de Energía y Minas, Eleodoro Mayorga, y el titular de
la cartera del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal. Como en política no hay
casualidades, ni hay que ser ingenuos, vale la pena preguntarse ¿a qué se debe
tanto despliegue?
Mi opinión es que en este momento los ministros en
confrontación ya resultan incómodos para el gobierno. Mayorga, por la sencilla
razón que ha manejado muy torpemente su relación con el sector empresarial,
generando que todos los reflectores se direccionen poniendo en evidencia la
influencia de determinadas empresas en la gestión gubernamental. Pulgar
Vidal, que ya está cuesta bajo en la rodada en las preferencias palaciegas;
porque según la visión convenida del ministro de Economía y Finanzas, Miguel
Castilla, ha hecho creer a montescos y capuletos que las políticas
medioambientalistas son las que han producido la caída de la tasa de crecimiento
del PBI y de la inversión, por haber afectado a los sectores minería e
hidrocarburos.
Mirando en detalle la forma en que se ha presentado la noticia,
se expresan dos conceptos: Mayorga como el artífice de gestión de intereses
favoreciendo a empresas privadas, pero a la vez como un preocupado porque su
sector se desarrolle, y un Pulgar Vidal, como un ministro que defiende sus
fueros. Lo que queda en este primer acto es: el primero es un lobbysta y el
segundo un ambientalista. Pero hay un segundo acto, donde se hace de
conocimiento público que el ambientalista en términos reales no ha sido un
defensor de su causa, sino que se allanó a la propuesta del ministro Castilla de
laxitud en las reglas sobre manejos ambientales. El epílogo de esta obra, según
esta puesta en escena de supuesto autor de pseudónimo “Anonymous”, es que
estamos ante dos personajes de malas intenciones, uno por patrocinar intereses
ajenos al Estado y otro por navegar con bandera de paloma cuando es gavilán.
Lo que falta es el empujón final para que ambos ministros líen
bártulos y emprendan la retirada, una noticia de favoritismo y una nueva falsa
defensa del ambientalismo más y la obra maestra estará culminada.