Susana y la transparencia Por MARIO SALDAñA C. - DIARIO CORREO
MARTES DE LICENCIA
Susana y la transparencia
Así como muchos le achacamos a Castañeda su mudez y
evasivas para debatir o al menos señalar ideas para su eventual siguiente
gobierno, no podemos dejar de exigir que la alcaldesa Villarán muestre sus
resultados (si los tuviera), pero sobre todo, "se atreva" a ser transparente
ante la fila de denuncias por malos manejos durante su gestión.
La última de éstas ha sido la denuncia de El Comercio sobre las
contrataciones, antes y después de la campaña de la revocatoria de marzo del
2013, a varios artistas que fueron fervientes y públicos animadores del NO.
Varios hinchas de la gestión actual han respondido atacando al medio y al
periodista que difundió la noticia (o sea, "pateando al mensajero". Dicho sea de
paso, en la nota se cometió un grave error en el caso de la periodista Claudia
Cisneros al incorporarla en el mismo grupo de los agitadores pro Susana).
Incluso la propia señora Villarán ha considerado el hecho de muy poca monta como
para que el Congreso investigue.
Pero en la cola están: el caso de las graves irregularidades en los préstamos
de la Caja Metropolitana (en el que la gestión de Villarán ha recibido un trato
benigno, por decir lo menos, de parte de la Contraloría), las acusaciones de
malos manejos en Emmsa, el tema de los patrulleros, etc y varios hechos aún no
aclarados.
Sumo a estos últimos la denuncia que hizo la semana
pasada en mi programa de ATV+ el regidor Jaime Salinas, sobre la irregular
contratación del actual candidato a Teniente Alcalde de la señora Villarán,
Augusto Rey, quien ha recibido pagos por sus servicios prestados a Emape sin
haber cumplido con los requisitos fijados; pero peor aún, la empresa municipal
habría mentido groseramente al negar que el señor Rey estaba contratado (Salinas
exhibió hasta los recibos por honorarios del actual candidato por Diálogo
Vecinal).
Así que está muy bien que Susana "se atreva" a reelegirse pese a que mintió
cuando dijo que no lo haría, pero que empiece por ser consecuente con un sano
ejercicio de transparencia frente a las acusaciones, "valor" que la izquierda
peruana ha intentado por años exhibir casi en exclusividad, pero ya ven ustedes,
con magros
resultados.