La trinidad humalista - Por Juan Carlos Valdivia - CORREO
Nuevamente, el presidente Humala se siente incómodo con
las investigaciones de la prensa. Dijo que era mezquino cuestionar la presencia
de los gobernadores en las celebraciones por el resultado de La Haya.
Obviamente esquivó responder un pequeño detalle: que los funcionarios públicos
aparecieron con polos y banderolas de su partido, como ha sido demostrado
gráficamente en la investigación.
Es correcto que el Presidente invite a funcionarios públicos a una
celebración en Palacio de Gobierno. Es malo que los haga pasar como si fueran
una espontá-nea manifestación partidaria. Hay pues en Palacio de Gobierno una
confusión entre Estado, Partido de Gobierno y Familia Humala-Heredia. A modo de
ver del presidente Humala las tres son personas distintas, pero una misma a la
vez.
"Yo los he invitado, ¿cuál es el problema?", dice el Presidente retando a la
opinión pública. El problema, señor Presidente, es que el Estado no es suyo ni
de su familia, y usted no puede invitar funcionarios públicos y hacerlos pasar
como si fueran una barra partidaria.
Es claro que usted se confunde entre su familia, su
gobierno y su partido. Y no puede distinguir que son cosas distintas. Usted cree
que el Estado es de su gobierno, el gobierno es de su partido y el partido es de
su familia. Entonces de ahí que sostenga que tiene un "gobierno familiar".
Pero su lógica está equivocada.
Cuando se confunden Estado, partido y familia del Presidente estamos ante
una visión autoritaria que terminará dependiendo de la voluntad de una persona.
No hay respeto a las instituciones ni a las leyes, y por lo tanto se puede usar
el presupuesto público para financiar actividades partidarias o las de su
familia. Finalmente, en esa lógica, todos son lo mismo. ¿Cuál es problema,
señor Presidente? Esperemos lo haya comprendido.