Una fuente cercana al pensamiento de Aldo Mariategui nos
comentó así unos recientes ataques revisteros al ex director de Correo:
“No sorprende que eso provenga del villaranista José
Villaorduña de “Dedo medio”, quien mantiene su típica animadversión a AMB desde
que éste le pidió un boceto de revista años atrás y jamás le cumplió, por
ocioso e irresponsable. Además, que mire la viga en ojo propio: “Dedo Medio” no
es algo que llamaríamos un éxito editorial.
Sobre las estadisticas de la gestión de AMB habría que
evaluarlas correctamente. La lectoría es un dato poco riguroso y menos
importante que el tiraje o las ventas de publicidad, que no habían caído en
Correo. Es mas, las ventas de publicidad habían llegado a un récord reciente,
sin que esos datos de lectoría las hayan mellado en nada. En todo caso la
lectoría le ha bajado a todos los medios en el sector A/B por el crecimiento de
Internet. Eso se combate con campañas de refuerzo en marketing, como hace a
menudo Perú 21, un diario donde Marketing si es un departamento efectivo, lo que
se reflejó también en que ese medio paso a Correo desde hace 4 años no por
contenidos. En el caso de Correo, AMB reclamó siempre que el departamento de
Marketing jamas le apoyó, como a OJO tampoco, por estar concentrado en otros
productos de su autoría. Decir que a AMB se le sacó por algo tan irrelevante
como Lectoría es como decir que Napoleón perdió en Waterloo porque no salio el
sol. Así de tonto.
AMB era de los últimos en irse de redacción, visaba diariamente
todas las páginas de Correo, les daba temas diarios a los otros directores por
e-mail y revisaba su producto hasta en los fines de semana o vacaciones. Todo
esto puede atestiguarlo cualquiera de la redaccion. Tildarle de “vago” es otra
poco viril calumnia. Además, Villaorduña no es precisamente un ejemplo de
trabajo, según su misma redacción. Tampoco AMB es amante de violar la “caja
chica” como otros. El sueldo neto de AMB no era tan alto como inventan. Además,
era pagado en 12 armadas anuales por ser personal de confianza, lo que implica
que le suman mensualmente ya gratificaciones, vacaciones y CTS. Villaorduña
inventa otras historias, como pretendidas reuniones en diciembre del 2012 que
jamas sucedieron. Y la calidad de las páginas interiores de Correo, por mérito
tambien de su competente redacción, jamas decayeron como cualquier lector lo
puede comprobar. El laborioso, chismoso y viril Villaorduña, ahora lavandera de
Villarán, debe mas bien mejorar su pigmea circulación y lectoría, como otros
marketeros amigos suyos mejorar su fracasada chamba. O que se vuelva cambista y
transe “reales” brasileños en la calle, por el Miraflores Park Plaza o el
Hilton. Allí se aloja gente importante".