Quizá el viejo Carlos Marx, se
sorprendería al ver cómo su anuncio de que el desarrollo del mundo nos llevaría
al comunismo, seguiría vigente en Internet.Y es que toda esta discusión respecto a
los derechos de propiedad en la red, parece terminar, casi invariablemente, en
un reclamo por instaurar una suerte de comunismo electrónico: El
e-comunismo.
Justamente, sobre esta concepción
gira el debate en torno al derecho de propiedad en la Web.Algunos, están convencidos de que en
Internet “todo es de todos”.Basta
que cualquier contenido haya sido colgado en ella, para que automáticamente
quede abolido el derecho de propiedad.Los más radicales de dicha acción, son esta suerte de leninistas 3G que
se autodenominan “Anonymous”.Al
igual que los guerrilleros, con sus ataques y muestras de fuerza, buscan generar
una corriente de opinión a favor de sus creencias.
Anonymous sería una especia de sexta
espada de la revolución, la cual pretende imponer aquello que venía desarrollándose
naturalmente.
Veamos: la lógica de Internet
impulsaba el uso gratuito de contenidos.Gratuito sí, pero por voluntad de quiénes así lo colgaban.Sucedía, entonces, que la creatividad
humana se las ingenió para que aquellos que no querían participar en esta
comunidad que proscribía los derechos intelectuales, tuvieran mecanismos para
resguardarlos.Así se crearon
aplicaciones, como las desarrolladas por Apple y Steve
Jobs.
El derecho de propiedad, es un
derecho natural que acompaña al ser humano desde su aparición en el
planeta.Primero se aplicó a unos
primeros objetos que le servían para cazar y para alimentarse, y luego, a todo
aquello que su ingenio le hizo crear.
El viejo Marx, al analizar el
desarrollo histórico del hombre, predijo que en algún momento este derecho se
disolvería para beneficio de la sociedad.Quienes entendieron al pie de la letra vieron, en este análisis
filosófico, un proyecto político y forzaron las cosas de tal modo que
instauraron lo que en el siglo pasado se conoció como socialismo real: Estados
donde se exterminó la libertad para acelerar el paso hacía el
comunismo.
En Internet primará el uso gratuito
de contenidos, siempre y cuando este sea voluntario.En Internet la regla no es: todo
gratuito, sino que todo es voluntario.
Artículo de la Revista: Al derecho y al
revés - Sección: Yo opino (Enero 2012)