Hace unos días se publicó una “pepa” (12/1/12) que ha
causado un ‘tole tole’ en los corrillos del Ministerio de Salud (MINSA): se
sostenía que la vacuna contra la neumonía infantil Synflorix, elaborada por el
laboratorio británico GlaxoSmithKline (GSK), tendría los mayores auspicios para
ser elegida para cubrir las necesidades del Programa Nacional de Inmunización
2012 del MINSA, en base a su menor precio. La decisión de esta compra se ha ido
postergando desde diciembre pasado, siendo los principales afectados los niños
que ya se encuentran a la espera de su vacuna.
Paradójicamente, por esas mismas fechas, la Primera
Dama, Nadine Heredia, comentó que “el Gobierno está comprometido principalmente
con la salud en la primera infancia, por tratarse de un sector que requiere la
mayor atención posible del Estado”. Nos recordaba que la infancia es el primer
peldaño del desarrollo integral y de la formación de verdaderos ciudadanos para
el futuro (Huaycán-19 diciembre 2011). No obstante, la campaña sigue en stand by
y el invierno empieza a arreciar en la sierra.
El argumento del precio, aludido por GSK, sin embargo,
pasa a segundo plano cuando se trata de la compra de medicamentos. Ni aun en el
caso de una gripe las personas basan su decisión de compra únicamente en el
precio, sino que tratan de acceder a la pastilla más efectiva. Ese es el
concepto "costo efectividad", que también regula las compras de fármacos aquí y
en la Cochinchina.
DECISIONES
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS),
entidad que se encarga de proveer estos fármacos a los países de América Latina
a través de un Fondo Rotatorio con recursos que provee el Tesoro Público, para
el 2012 en el Perú se han ofertado dos tipos de vacunas para prevenir la
neumonía infantil: la mencionada Synflorix (GSK) y Prevenar 13
(Pfizer).
La diferencia entre ambas es que Synflorix previene la
neumonía originada solo por 10 tipos de neumococo, mientras que la de Pfizer
previene de 13 tipos; es decir, la supera por mayor cobertura. Si bien es cierto
que existe una ligera diferencia en el precio de ambas vacunas - Synflorix sería
alrededor de 10% más barata-, Prevenar 13 previene contra el 89.6% de las
neumonías, mientras que Synflorix solo protege en el 77.1% de los
casos.
Actualmente existen en stock vacunas Synflorix en el
MINSA, para ser distribuidas en Lima, mientras que en el resto del país se tiene
urgencia de adquirir vacunas porque las Prevenar 7 (Pfizer) que se utilizaron en
las campañas del 2010 y 2011 ya se habrían agotado.
En todos los departamentos del Perú, con excepción de
Lima, existen muchos niños que ya han recibido su primera vacuna de Prevenar 7,
y se tiene que completar la serie de 2 ó 3 dosis, dependiendo de la edad del
niño.
Mientras que la OPS ha comprobado científicamente que
Prevenar 13 puede complementar (“intercambiar”) las dosis de vacunas que se
iniciaron con Prevenar 7, aún no existen estudios que avalen que Synflorix es
intercambiable con Prevenar 7. Aquí radica otro de los impedimentos para elegir
Synflorix como vacuna para el resto de los departamentos del
país.
Es entre estas dos vacunas que deberá decidir el
titular de la cartera de Salud, Alberto Tejada, ex burgomaestre de San Borja y
referente en el arbitraje futbolístico, junto a su viceministro, Enrique Jacoby,
veterano funcionario de la OPS y otrora combativo dirigente estudiantil de los
70, cuando llegó a ocupar la presidencia de la legendaria Federación
Universitaria de San Marcos (FUSM).
PRESIONES
La evaluación científica de la decisión de compra iba
transitando por su cauce hasta que GSK, alentado por el cambio de gobierno, pasó
a una ofensiva epistolar (como había realizado antes con EsSalud), objetando no
solo el proceso de adquisición de vacunas 2012 y argumentando una supuesta
vulneración de la libre competencia, sino también que el MINSA contemple la
adquisición de vacuna trece-valente (Prevenar 13), “debiendo tener en
consideración el precio como elemento clave de determinación de beneficio
comercial para vacunas equivalentes e intercambiables” (Carta GSK al MINSA de 9
agosto de 2011).
El ministerio respondió que no existen estudios
disponibles respecto a la intercambiabilidad de estas vacunas (Synflorix con
Prevenar 7), “existiendo solo evidencias indirectas, por lo que se recomienda:
a) los esquemas de vacunación deben complementarse con el mismo tipo de vacuna;
b) si la misma vacuna no está disponible, la serie debe completarse con una
vacuna que tenga el mismo acarreador…”, haciendo suyo el informe del Grupo
Técnico Asesor de Inmunizaciones de la OPS (Agosto
2011).
Los informes técnicos del Comité Consultivo y del
Comité Técnico Permanente del MINSA refuerzan los argumentos esgrimidos por la
Dirección General de Salud de las Personas del MINSA, señalando que Prevenar 13
resulta más beneficiosa y segura para el país, pues la vacuna 10 valente
(Synflorix) “tiene una serie de limitaciones en su uso que ponen en riesgo el
adecuado cumplimiento del esquema y puede producir potenciales errores
programáticos en el proceso de vacunación…”. Más claro, ni el
agua.
Ante la respuesta, GSK, en lugar de continuar el
debate científico apeló a la vía diplomática. Y fue nada menos que el propio
embajador del Reino Unido, Mr. James Dauris, quien coordinó una reunión de
trabajo -que no se estila en estos procesos- entre la empresa GSK y el
viceministro Enrique Jacoby, tratando de persuadir a la autoridad acerca de las
bondades de su producto.
Al parecer, la ofensiva consiguió retrasar la decisión
de compra, programada para los primeros días del mes de diciembre. Sin embargo,
como dice el refrán: no hay plazo que no se cumpla. Peor aún, el frío ya empezó
a mostrar su crudo rostro en el resto del país, principalmente en la sierra y la
selva, y los niños esperan por su vacuna contra la neumonía. En algunos casos su
primera vacuna, pero en la mayoría su segunda o tercera vacuna. Los días pesan
en contra.
La Primera Dama, Nadine Heredia, como recordábamos al inicio
de la nota, es la principal persona preocupada de que la neumonía infantil sea
eficazmente combatida. El ministro Alberto Tejada, como en sus días de árbitro,
tendrá que tomar una decisión oportuna y acertada, haciendo caso omiso del
bullicio de las “barra bravas”.