Tras las cuantiosas operaciones de compra y venta de
acciones de la Empresa Agrícola Azucarera Andahuasi S.A.A. ocurridas en los
últimos tres años asoman grupos de poder económico que parecen agazaparse en
otros.
El gráfico que reproducimos al lado muestra las
relaciones patrimoniales y familiares de uno de los más entusiastas compradores
de acciones en este caso: Manuel Bustamante Olivares, líder del grupo
identificado con su apellido.
Bustamante es abogado de profesión y está casado con
Elsa Letts Romero. Tienen seis hijos, dos de ellos –Manuel José Marcos, el
mayor, y Alonso José, el benjamín– figuran vinculados a operaciones bursátiles
en pos de valores de Andahuasi.
Claudia Romero Briceño, esposa de Manuel José Marcos,
compró un millón 657 mil 487 acciones de Andahuasi entre abril y mayo de 2009,
en 17 días distintos.
Carlos Antonio Dellepiane Costa, hermano de María
Beatrice Dellepiane Costa, esposa de Alonso José Bustamante Letts, adquirió por
su lado 9 millones 297 mil 892 acciones entre agosto de 2007 y abril de
2009.
A esto se agrega un vínculo familiar elocuente: Elsa
Letts Romero, la esposa de Manuel Bustamante Olivares, es prima hermana de
Roberto “Boby” Letts Colmenares, el forjador de la minera Volcan, un personaje
de la minería peruana fallecido el año pasado.
Por tanto, doña Elsa tiene el mismo vínculo con la
hermana de “Boby”: Irene Letts Comenares, madre de José Ignacio De Romaña Letts,
quien desde 1993 es director de Volcan Compañía
Minera.
Por si fuera poco, Irene Letts Colmenares posee el 20%
de Greenville Overseas Investment, la empresa off shore que hoy acapara el 46.9%
de las acciones “clase A” de Volcan.
Accionistas
de última clase
Andahuasi fue una de las 12 cooperativas azucareras
que tras el fracaso de la reforma agraria velasquista se mantuvo como una unidad
productiva por la complejidad de su manejo.
En sus gestiones marcó altibajos y fue acumulando
deudas con el Estado, hasta que en 1996 el gobierno de Alberto Fujimori decidió
capitalizar esas deudas, se convirtió en copropietario y comenzó a transformar
la empresa en una sociedad anónima.
Hasta el 2004, el Estado mantenía en Andahuasi un
10.39 % del accionariado. Las cosas empezaron a cambiar el 2005. Industrial
Andahuasi, una subsidiaria que poseía el ingenio azucarero y la planta de
alcohol, entregó esta infraestructura a la matriz Empresa Agrícola Azucarera
Andahuasi S.A.A. y a cambio de esa cesión de una propiedad controlada por los
trabajadores se le reconoció el 30.69 % del
accionariado.
El 2009 un paquete de 21.97% fue negociado por el
presidente del directorio, Eduardo Núñez Camara, y el gerente general Carlos
Rivas, sin las correspondientes autorizaciones. Transaron su venta con el grupo
Wong por la suma de 49 millones de soles, a razón de un sol por acción después
de haber estado planteando S/. 1.80.
La ley prohíbe la venta de paquetes de tal proporción,
por lo que el órgano supervisor objetó y multó a los infractores. No sólo Wong,
también Bustamante había incurrido en falta.
Sin embargo, la concesiva supervisora no tardó en
allanar el camino a la corrección.
El grupo Wong sostiene haber alcanzado el 50% del
accionariado, y así lo ha reconocido Conasev. Los beneficiados han celebrado
junta de socios y elegido nuevas autoridades. La supervisora también ha
convalidado el ilícito.
Según han denunciado los representantes de los
trabajadores, el dinero producto de la operación no ha ingresado a las arcas de
la empresa azucarera, sino que permanece depositado en una cuenta a nombre de
los hermanos Wong y de Eduardo Núñez.
Este hecho reafirma el sentido nada respetuoso de los
derechos patrimoniales de los trabajadores azucareros que hasta setiembre del
año anterior eran titulares del 70 por ciento del capital
social.
El engaño a los trabajadores no solo fue del Grupo
Wong. Parte del 16,81% de las acciones que la empresa panameña Ducktown Holding
S.A., de propiedad de los Bustamante, adquirió de los trabajadores, fue
malbaratada. Ofrecieron S/. 2 pero pagaron S/.
1.35.
‘El
Ingenio’ de los Wong
En 1996, Jaime Mur y Genaro Delgado Parker asumieron
Paramonga. Luis Castañeda Lossio fue presidente del Directorio. No tardaron en
venderla al grupo Wong. Éstos se proponían repotenciar la producción, crear una
planta de generación eléctrica para su consumo y entrar al negocio de la
producción de papel.
Jaime Mur implementó un método excepcional de venta.
Compró 200 autos a un millón de dólares y con esa especie logró comprar paquetes
de acciones de montosmucho mayores
a la inversión.
El Grupo Wong también compró El Ingenio, otra azucarera.
Acordó con los trabajadores repotenciar la fábrica. Al poco tiempo, el predio se
cerró y solo sirvió de campo de cultivo para abastecer a Paramonga.
(Edmundo Cruz y Jonathan Castro para La República
27/10/2011)