Permítaseme decir cosas lindas, agradecidas y elogiosas. Más que
comandante, Humala merece ser llamado mariscal. Grande es el servicio que sus
huestes prestan al país y eso, seamos hidalgos, debemos reconocerlo y
aplaudirlo. Con su amateur y tanático proceder los congresistas de Humala han
cerrado por buen tiempo y bajo siete llaves esa Caja de Pandora denominada
reforma constitucional. Ninguno de los cambios acordados por los portavoces era
urgente. Empero nos hemos librado de un ponzoñoso contrabando. Querían agujerear
la economía, alborotar el gallinero, confabular contra el definitivo Grado de
Inversión. La impericia les ha salido cuadra.
UNO: No sólo la
reforma constitucional ha quedado lapidada. También se ha demostrado que una
mesa directiva remendada con votos de Abugattás, Luízar y Reymundo conduce
directo al descalabro. De manera que los coqueteos contra natura del PPC y el
humalismo se han ido al limbo. De paso se ha propiciado que el APRA ponga en
vereda a un par de desubicados compañeros.
DOS: Al impedir la
eliminación de topes al reparto de utilidades, Humala se ha mostrado tal como
vino al mundo. Los trabajadores mineros organizados en zonas remotas no le
perdonarán tamaña traición, acto en que reincide. Su hermano Antauro puede
atestiguarlo. Ya se la cobrarán.
TRES: Al desplegar
alharaquientos papelotes y desgañitarse en la destemplanza y el insulto, los
humalistas nos han obsequiado un pasaje por el túnel del tiempo hacia los años
ochenta cuando Letts pintarrajeaba el hemiciclo y Popy contorsionaba en busca de
notoriedad. ¿Por qué Humala no encarga una encuesta y pregunta quién quiere
regresar a ese tipo de Congreso que tanto se asemeja al de Evo?
CUATRO: A Humala se
le agota el libreto. Pretendió encabezar movilizaciones anti TLC. Sus raleadas
marchas fueron elocuentes. Quiso correrse al centro y auparse a la demanda ante
La Haya. Sus escasas luces intelectuales le impidieron liderar una corriente de
opinión. Por un tiempo optó por guardar silencio y hacerse el muertito pero, a
diferencia de Paniagua y Castañeda, sus niveles de aprobación se estancaron.
Volvió a la carga en la anticumbre ALCUE pero más atención concitó el guadañazo
del Puma Carranza a Evo. Ahora regresa recargado en lo que mejor le acomoda:
matonesco e incendiario. ¡Uuuyyy, qué miedo!
QUINTO: Mientras el
gobierno avanza en electrificación, agua potable, carreteras, salud, educación,
puestos de trabajo y reducción de la pobreza, Humala devanea entre el
autoritarismo y la piconería. Caretas se pregunta “¿A dónde apunta Humala?” Se
trata de una pregunta retórica. Es obvio que apunta a sus propios pies. Tiene
muy poco vuelo, la verdad. Seamos agradecidos: gracias, gracias, muchas gracias
mariscal.