El ministro de
Relaciones Exteriores, Alejandro Foxley, y su colega japonés, Taro
Aso.
Japón y
Chile firmaron hoy un tratado de libre comercio, que debe ser aún
ratificado por ambos parlamentos, convirtiéndose nuestro país en el primero de
Sudamérica en alcanzar un acuerdo de esta magnitud con la nación
asiática.
En Tokio, el
ministro de Relaciones Exteriores, Alejandro Foxley, y su
colega japonés, Taro Aso, suscribieron el pacto comercial, negociado en los
últimos trece meses, que fortalecerá las relaciones económicas, mejorará las
posibilidades de inversión y creará un ambiente más adecuado para los
negocios.
Con la rúbrica,
Chile suma acuerdos comerciales con las cuatro principales economías del mundo,
considerando los TLC con Estados Unidos, Unión Europea y China.
La Presidenta
Michelle Bachelet se dio tiempo de destacar el acuerdo que hoy dio un paso
definitivo para su concreción durante una visita a Valparaíso. "Con esta firma
que se hizo hoy significa que frente a Chile se abren potencialidades de llegar
con nuestras posibilidades económicas a tres mil millones de personas, es la
posibilidad de por un lado desarrollar nuestra economía con el fin de generar
empleo digno y decente y poder otorgar mejor calidad de vida a todos nuestros
ciudadanos", declaró.
Desde la perspectiva
chilena, el TLC con Japón apuntala la estrategia de Santiago de lograr una red
de tratados comerciales bilaterales con las principales potencias económicas de
la región asiática, ya que, según Foxley, el centro de gravedad del mundo se
está trasladando hacia Asia.
Pero, además, Chile
se beneficiará de la reducción de aranceles en la exportación de vinos,
productos relacionados con el pescado, como el salmón o las harinas de pescado y
productos industriales, que en su mayor parte gozarán de un arancel de cero por
ciento.
Para Japón el mayor
logro es la reducción de aranceles para su mayor partida de exportaciones hacia
Chile, los automóviles, que alcanzó un valor de casi 300 millones de dólares el
año pasado.
El canciller japonés
mencionó que ambos países tratarán de acelerar el proceso en sus respectivos
parlamentos, para que quede aprobado "antes de seis meses".
Foxley trasladó a
Aso la invitación de la Presidenta Michelle Bachelet al primer ministro nipón,
Shinzo Abe, y el propio Aso a visitar Chile para celebrar el 110 aniversario del
establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
El canciller chileno
aseguró que el acuerdo comercial no sólo tiene como objetivo la mejora de la
calidad de los productos y de las empresas de Chile, sino también mejorar la
calidad de los empleos en Chile.
Durante sus
intervenciones ante los medios, subrayó asimismo su objetivo de "persuadir a los
empresarios japoneses" de que inviertan en Chile y les recordó que el país es un
puente ideal para hacer negocios en Sudamérica.
Foxley indicó que la
inversión chilena en Japón asciende a 3.000 millones de dólares en fondos, por
lo que pidió a los japoneses que hagan lo propio con una "cantidad equivalente"
en Chile.
Asimismo, el
ministro relató que durante las entrevistas mantenidas con Aso, ambos acordaron
aumentar la cooperación con otros países sudamericanos con "menor riqueza
relativa", para "estabilizar" la democracia y "ayudar a la promoción" de la paz,
la libertad y los derechos humanos.
Aso elogió la
apertura económica chilena, con sus tratados de libre comercio firmados con más
de 40 países, y describió a Chile como un país que comparte los valores
japoneses de paz y prosperidad, además de un "socio digno" de la confianza de
Tokio.
LOS
ARANCELES El tratado comercial elimina aranceles a 92 por ciento del
comercio bilateral entre ambos países en términos de valor.
Entre otros
aspectos, acaba con todos los aranceles en la mayoría de los artículos
industriales de origen chileno, así como los productos relacionados con el
pescado, además de reducir cargas aduaneras a algunos productos agrícolas,
sector muy sensible en Japón.
Por su parte Chile,
que también verá desaparecer el arancel actual de 17,6 por ciento a la
importación de vino, dejará de imponer un impuesto de 6 por ciento a la
importación de automóviles japoneses, la partida más importante de las ventas
niponas en el país.
En 2006, las
exportaciones chilenas a Japón crecieron respecto al año anterior 49,2 por
ciento, hasta alcanzar los 7.138 millones de dólares, mientras que las
exportaciones niponas a Chile crecieron 21,6 por ciento y alcanzaron los 1.069
millones de dólares.
Japón, que firma el
próximo lunes otro acuerdo de libre comercio con Tailandia, ha iniciado un
proceso de firma de acuerdos bilaterales.