Papelón Chavista en la ONU: Por Miguel E. Antezana Corrieri
PAPELÓN CHAVISTA EN LA ONU
Miguel E. Antezana
Corrieri
La cita estaba anunciada y hasta se
sabía que iba a ser “polémica”. Sin embargo, nadie en el mundo se imaginaba las
barbaridades que diría, o las poses y morisquetas que haría Hugo Chávez en el
momento de dirigirse a la Asamblea General de la Organización de las Naciones
Unidas, en Nueva York.
Si se pudiese rescatar algo de sus
palabras (y con mucho esfuerzo), sería la nada nueva propuesta de reformar la
ONU. Claro, esta vez fue más allá y propuso “refundarla”, ya que el sistema “no
sirve” y “colapsó”. Lo anecdótico fue su idea de mudarla al sur… como por
ejemplo a Venezuela. O sea, no sirve, hay que refundarla, pero igualito
mudémosla… y si es a Caracas, mejor. ¿Se imagina usted esa cantidad de
delegaciones trasladándose por la trocha para venir a la capital? ¿Se imagina a
representantes del todo el mundo buscando un kilo de azúcar para endulzar su
café? ¿O puede imaginarse cuál de los edificios de los ministerios u otro
organismo público se destinaría para la nueva
organización?
Quizás hasta nombre le tenga Chávez
a la nueva institución, algo así como “Organización de Pueblos Soberanos
Independientes Democráticos”, al cual luego de algunos años, al ser aclamado él
como presidente del planeta, se le agreguen los calificativos de “Socialista” y
“Bolivariano”. Lo que sí es seguro es que, de cumplirse el sueño de este líder
emergente de trasladar la sede a Venezuela, el negocio de los guardaespaldas,
carros blindados y todo lo relacionado con la protección personal estaría en
auge. No por nada Caracas está a la altura de Irak y otras latitudes del planeta
en la que las muertes son el pan de cada día.
Siguiendo con el discurso, el
individuo de marras utilizó el estrado de una tribuna internacional,
multilateral y diplomática, como si fuese el atril de una cantina, o cuando se
hace uso de la palabra al calor de muchas copas. Sus constantes, enfermizos y
hasta delirantes ataques a Bush (esta vez llamándolo diablo, e insinuando que
hiede a azufre) y sus odios al “imperialismo”, no hicieron más que hacerlo ver
como un radical sin causa, un anacrónico rebelde y como un revoltoso en el
poder, más que el “revolucionario” que cree ser.
Como el tiempo en la Asamblea es
medido (menos mal), en la rueda de prensa subsiguiente continuó siendo
monotemático e insultante; sin embargo, lo grave es haya pretendido exportar su
acostumbrado tono despectivo, para con los representantes de los medios de
comunicación, a las Naciones Unidas.
A cada comunicador le inquiría “¿de
dónde eres”?, lo cual no pasaría de ser un gesto amable si es que no lo
repitiera con cada uno y se cogiera de la respuesta (de la nacionalidad del
reportero) para hacer una “introducción” que caía en lo ridículo… hasta que uno
de ellos no cayó en el juego. “No es cuestión de nacionalidad”, respondió. Un
Chávez desencajado se dedicó a contar un chiste para sortear la elegante
cachetada del periodista, pero el papelón estaba
consumado.
Curiosamente, una reportera
“afroamericana” hizo una pregunta demasiado “halagadora”, con exposición previa
de las maravillas de la “revolución” incluida, que Chávez aprovechó para hacer
publicidad político-electoral, en cadena nacional y para todo el mundo… ¿qué
tal? Suerte que el Consejo Nacional Electoral no tiene jurisdicción en la
ONU.
“El capitalismo es machista”, “el
primer enemigo de los Estados Unidos es el gobierno de los Estados Unidos…. un
gobierno que los engaña”, “un tribunal internacional debería juzgar a Bush por
genocida”, “Israel es el brazo armado del imperialismo”, son algunas de las
iluminadas frases que se le ocurrió decir a los corresponsales presentes. Ni
Superman, ni Batman, ni Robin se salvaron de Chávez. “Estupidizan la mente”,
sentenció el “líder bolivariano”, recomendando la lectura de un libro de Noam
Chomsky en el que expone sus ideas sobre la hegemonía e imperialismo
estadounidense.
Obviamente ante preguntas precisas,
como por ejemplo, por qué regala el petróleo a otros países mientras en
Venezuela existen altos niveles de pobreza, nunca fueron respondidas a la altura
del cargo que ostenta. Por cierto, según el presidente venezolano, en el país se
cumplieron las metas del milenio de la ONU!!!
Lo verdadero de toda esta historia
es que hoy se presentó ante el más importante foro mundial, un individuo
acelerado, alterado, por ratos agitando manos y palmoteando; mientras que en la
rueda de prensa, el mismo sujeto se muestra con un tonito de voz fingido,
queriendo ser amable y que resultó en hipócrita. No es exagerado afirmar que más
nunca se pueden esperar declaraciones de Chávez en el papel de estadista. Por el
contrario, quienes se podrán hacer un festín son todos los que trabajan en la
llamada prensa amarillista.
La reacción del gobierno
estadounidense lo dice todo: los comentarios de Chávez “no merecen respuesta”.
La reacción de los demás países la sabremos dentro de poco, cuando se vote para
elegir al nuevo integrante temporal del Consejo de
Seguridad.
Luego de este papelón, del tremendo
ridículo mundial, el presidente de Venezuela queda como el invitado pesado de
las fiestas, como el personaje al que por esas injusticias de la vida hay que
invitar pero que nadie soporta. Como el borracho que luego de dos tragos le da
por repetir la misma historia y contar los mismos chistes; pero es el que paga.
Lo malo del asunto es que el sujeto representa al país… y qué mal lo representa.