El idioma español aspira a compartir trono con el inglés
Fundación Telefónica impulsa un gran estudio sobre el valor económico del
idioma. En el corazón de Nueva York, en Cuba o en Guinea Ecuatorial. Más de
400 millones de personas en todo el mundo, e incluso 600 según algunas fuentes,
se comunican y sienten en español, una lengua en crecimiento que gracias a su
expansión aspira a compartir con el inglés el trono de primer idioma operativo
del planeta. El gigantesco activo económico que supone la lengua de Cervantes,
una 'empresa multinacional' que domina en 21 países, no se ha llegado a medir
hasta la fecha, pero ya se trabaja en ello. El dato exacto se sabrá antes de
2008 y será fruto de la gran investigación académica que se puso en marcha en
2005 por iniciativa de Fundación Telefónica.
La entidad ha reunido a 25 expertos de universidades españolas y
latinoamericanas y ha impulsado un estudio pionero sobre el valor económico del
español que ayer celebró en Sevilla su primer encuentro internacional. El
director de la investigación, el catedrático José Luis García Delgado, defendió
el 'extraordinario patrimonio' del español, que según su opinión sirve de motor
'a toda la economía' y no sólo a las empresas que operan en las industrias de la
palabra. Y citó como ejemplo la rápida expansión de las empresas españolas en
Iberoamérica precisamente gracias al uso compartido de la lengua. En este
sentido, reclamó que las empresas 'ayuden a la lengua como la lengua ayuda a la
economía'.
García Delgado destacó las 'ramificaciones planetarias' del español, que ya
es la segunda lengua de comunicación internacional después del inglés y la que
experimenta un mayor ritmo de crecimiento en un contexto de progresiva
desaparición de lenguas en todo el planeta. Aunque algunos de los expertos
aseguran en sus ponencias que el castellano podría desbancar al inglés, el
director del estudio cree que el objetivo debe ser compartir en términos de
igualdad esa privilegiada posición de 'lengua franca' en todo el mundo.
El catedrático detalló que la investigación, en la que participan nueve
universidades españolas, arrancó en el último trimestre de 2005 y se extenderá
por espacio de tres años. El estudio, que analizará toda la literatura que se ha
publicado sobre el tema, intentará cuantificar el valor de la lengua desde
distintos puntos de vista como las migraciones, la industria cultural o la de
las telecomunicaciones, además de redactar una primera cartografía del español.
Este mapa detallado de la lengua en el mundo es el primer paso de la
investigación general y establecerá el número de hablantes de español, su
distribución geográfica y las tendencias demográficas de los diferentes grupos
de hispanohablantes.
Al primer seminario internacional que analiza los avances del estudio
asistieron también, además del alcalde de Sevilla, los ex presidentes de
Colombia y Ecuador, Belisario Betancur y Oswaldo Hurtado. También estuvieron
presentes Ramiro Osorio, de la Secretaría General Iberoamericana, y Javier
Nadal, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Telefónica. Osorio, que
representó a Enrique Iglesias, secretario general del Banco Interamericano de
Desarrollo, puso como ejemplo del empuje de la lengua de Cervantes que el
español será usado en una década por la cuarta parte de la población de EE UU,
la primera potencia económica mundial. 'El español no es sólo un inmenso y
extraordinario espacio cultural, sino también un espacio de oportunidades
incalculables para grandes acuerdos políticos, sociales y también económicos',
apostilló.
Un gran activo
• Un lugar en el mundo. El español es la cuarta lengua más hablada y el
segundo idioma de comunicación internacional. Sólo ocho idiomas superan los 100
millones de hablantes, ya que el 96% de la humanidad usa sólo el 4% de los
idiomas. Hay entre 4.000 y 7.000 lenguas, aunque dentro de 20 años sólo
sobrevivirán 1.000.
• Un bien intangible. Los estudiosos del carácter económico de la lengua
aseguran que se trata de un intangible para las empresas, un bien sin coste de
producción, que no se agota por su uso, que no es apropiable y que incrementa su
valor cuanto más se utiliza.
• La ayuda de la inmigración. Los expertos aseguran que la población
inmigrante que llega a España abre una gran oportunidad de extender el
castellano en zonas de escasa tradición como el Este de Europa, algunas áreas de
África o Asia. Dos tercios de los extranjeros que viven en España no son
hispanohablantes.
• Vehículo de integración. Los extranjeros que viven en España y los
españoles nacidos fuera suman 14,5 millones de personas. Aunque la lengua se
considera un instrumento de integración, la mayor parte de hispanohablantes que
residen aquí denuncian que hay racismo. Cinco Días. Rosa Coronilla /
SEVILLA (23-06-2006)