Se vienen los barcos sin tripulación ante los ataques terroristas.
El comercio mundial prepara la próxima revolución tras los ataques a buques:
barcos autónomos y sin tripulación El primer modelo podría funcionar en
2026... ... Rolls Royce prevé su primera ruta a finales de esta
década Supondría menores costes, más eficiencia y seguridad Eidsvaaf
Pioner, el barco autónomo de Noruega financiado por UE
Durante los últimos tres años los ojos del mundo se han posado sobre la
'autopista' más grande del planeta: los mares. La travesía a través de los
océanos sostiene a las economías del mundo, pues el 80% del comercio mundial se
realiza a través de las navieras. Esta realidad, que a menudo se daba por
sentada y garantizada, se ha visto amenazada primero por una potente crisis de
suministros y logística en 2021, seguida de problemas en los estrechos de Ormuz,
Panamá y Suez. Ahora, cuando parecía que estos problemas estaban más o menos
resueltos, las naves comerciales son objeto del fuego de rebeldes hutíes en el
Mar Rojo o son capturados por parte de países como Irán, poniendo de manifiesto
los riesgos geopolíticos en sus travesías.
El peligro es más real que nunca y tanto empresas como países están buscando
soluciones para minimizar este daño, al tiempo que mejore la eficiencia de este
canal. Europa está pisando el acelerador para hacer real un debate que estaba
presente en los coches, pero que apenas se mencionaba para el mar: viajes sin
ninguna tripulación. Recientemente un buque cisterna ha llegado con éxito a la
costa de Noruega tras completar un viaje de 13 horas y lo ha hecho sin ningún
tripulante a bordo. Este viaje fue una prueba del modelo autónomo de Autoship,
un programa de la UE para garantizar el tránsito marítimo.
Este hito ha marcado un punto de inflexión y, aunque aún queda camino por
recorrer, desde Europa se ha celebrado como la certificación de que es posible
abrir a medio plazo una nueva era en el transporte mundial. Además, el viejo
continente podría llevar el liderazgo de la que sería una ventaja significativa.
Desde la propia Comisión Europea señalaban que tanto el barco de Eidsvaag (el
proyecto noruego) como el de Zulú Associates (el modelo belga) "han demostrado
capacidad automatizadas logrando un hito fundamental para la adopción de esta
tecnología". En el caso del proyecto belga, también financiado por la UE, ya
están logrando operar sin problema trayectos cortos, lo que permitiría "viajes
más seguros, costes reducidos y una mayor eficiencia", según explicaba Zulu
Máss, matriz de la firma flamenca. De momento no es posible de forma segura que
estos entren en la red comercial de forma integrada pero, el último comunicado
de la empresa afirmaba que dan por hecho que "con las iniciativas en marcha
esperamos que ya haya portacontenedores navegando sin tripulación para
2026".
Desde Kongsberg Maritime, la firma detrás del Eidvaag Pioneer, el buque
nórdico que logró en 2023 realizar el viaje autonómico afirmaban que "fue una
oportunidad para mostrar al mundo que las tecnologías remotas y autónomas se
pueden implementar con éxito en un buque de carga general, llevando a cabo una
variedad de aspectos operativos de un viaje habitual". En ese sentido, la
demostración de 13 horas mostró como el barco se desacopló solo del puerto,
navegó hacia su destino y retornó sin incidencias en un viaje de 160 millas
náuticas.
Ha habido otras pruebas desde 2020, cuando se anunciaron los primeros
modelos. Japón fue el primero en realizarlas con el Iris Leader mientras que
Francia lanzó el VN Rebel y China Jin Dou Yun. Tres buques con los que se
realizó pruebas, aunque ninguna con un éxito tan contundente como la noruega.
También se están realizando pruebas en EEUU, Corea, Finlandia y Singapur.
Barco autónomo de Rolls Royce Rolls Royce ha sido la gran empresa que más
ha apostado por este nueva disrupción. De hecho, el presidente de la sección
marítima de la compañía, Mikael Makinen, ha expresado que "la navegación
autónoma es el futuro de toda la industria y supondrá una de las mayores
revoluciones en el sector". La firma norteamericana insiste de que la
posibilidad de que esta tecnología se puede aplicar lleva demostrada desde 2017
por su proyecto junto al gobierno finlandés. En cualquier caso, destacan que
creen que para finales de la década llegará al mercado su primer envío comercial
a través de barcos sin tripulación.
Por su parte, los expertos de DNV coinciden es que este será el proyecto
clave para todo el sector logístico mundial. "El transporte marítimo autónomo
podría ofrecer una forma de trasladar al mar, mejorando la congestión y
reduciendo los costes de mantenimiento". Estos beneficios "han llevado a muchos
gobiernos a considerar conceptos autónomos, y países como Finlandia, Japón,
Estados Unidos y Singapur realizan investigaciones y ensayos".
Sin embargo, los expertos de la firma cree que aún hay pasos clave que se
deben dar para lograr que sea seguro fletar una nave sin que haya un ser humano
en su interior. "Deben mejorar los sensores a bordo, la maquinaria de una
embarcación no tripulada y el software debe ser seguro". En ese sentido, destaca
el riesgo de que los actuales ataques a buques petroleros pueden pasar de
disparos, drones o explosivos al mundo digital y que los cargueros tengan que
librar una batalla diferente a través de la ciberseguridad.
"Hay grandes desafíos de seguridad marítima con terrorismo, piratería y
amenazadas cibernéticas, que pueden convertir un barco en un arma" Shankar
Nishant, investigador de Next Move Strategy Consulting explica que la IA será el
referente clave que puede acelerar de forma crítica esta industria. "Esta nueva
tecnología podría optimizar las operaciones, mejorar la seguridad e incluso
reducir mucho las posibilidades de error frente al ser humano". En ese sentido,
"los barcos autónomos generarán una gran cantidad de datos que pueden analizarse
para mejorar la eficiencia, reducir costes y mejorar la seguridad", algo mucho
más complicado con el modelo actual.
Desde World Maritime University se muestran más cautos con su rol y su
llegada y avisan que, para que esta 'revolución' puede llegar a buen puerto, hay
un auténtico laberinto legal y tecnológico que tiene que superarse. "La
tecnología ha demostrado que se puede hacer, lo cual es algo totalmente
disruptivo para la humanidad". Sin embargo, "hay grandes desafíos de seguridad
marítima con terrorismo, piratería y amenazadas cibernéticas, que pueden
convertir un barco en un arma, un riesgo que siempre ha estado presente". Por lo
tanto, para que los optimistas anuncios puedan ponerse en marcha "debe
desarrollarse una estrategia global y unas regulaciones para que se puedan
superar estas amenazas". Álvaro Moreno 13:11 - 29/04/2024 El
Economista.