Philips paga 1.100 millones de dólares por el caso de sus dispositivos contra la apnea del sueño
La multinacional abona la cantidad sin admitir culpa para resolver el
litigio y sus acciones se llegan a disparar casi un 50%
Philips ha anunciado este lunes un acuerdo por valor de 1.100 millones de
dólares (unos 1.000 millones de euros) para cubrir todas las reclamaciones por
daños personales en Estados Unidos por sus dispositivos DreamStation de primera
generación contra la apnea del sueño. Son unos aparatos que incluyen
respiradores con una espuma de poliuretano para amortiguar el ruido que es
susceptible de degradarse y penetrar en las vías respiratorias, lo que conlleva
riesgos potenciales para la salud. La multinacional neerlandesa no reconoce que
los problemas médicos se deriven del uso de las máquinas y ha optado por este
pacto para resolver el litigio. Desde 2021, ha retirado unos 5,5 millones de
estas unidades a escala mundial y afronta todavía demandas en Europa. Tras el
anuncio, la compañía se ha llegado a disparar casi un 50% en la Bolsa de
Ámsterdam, si bien cerca de terminar la sesión se modera al 30% de alzas.
Los afectados ahora compensados en Estados Unidos son pacientes que aseguran
haber enfermado por utilizar los dispositivos. También han sido incluidos los
que reclaman dinero para el seguimiento médico de cualquier problema futuro de
salud relacionado con estas máquinas. La espuma de los respiradores -de
poliuretano con base de poliéster- atenuaba el ruido para que no entorpeciera el
descanso nocturno. El problema es que sus partículas podían desprenderse y ser
inhaladas o tragadas por el usuario. Según datos de la Agencia estadounidense de
Medicamentos y Alimentos (FDA, en sus siglas en inglés), las complicaciones con
la espuma “pueden deberse a la exposición al calor y la humedad, y se ven
agravadas por el uso de limpiadores de ozono o bien otros métodos de limpieza no
recomendados por el fabricante”.
Philips llevaba tres años lidiando con las consecuencias de la retirada de
los dispositivos y Roy Jakobs, consejero delegado de Philips, ha calificado este
lunes la situación de “hito significativo”. Desde 2021, la FDA ha recibido
informes acerca de 561 muertes que pueden estar relacionadas con el uso de las
máquinas que tuvieron que ser retiradas del mercado. Los nuevos dispositivos
tienen una espuma de silicona que ha sido sometida a pruebas exhaustivas sin que
se hayan visto problemas de seguridad, según Philips.
La multinacional ya llegó en 2023 a un acuerdo para resolver demandas
colectivas, también en Estados Unidos, por pérdidas económicas de los clientes
porque el aparato que compraron no cumplía con los requisitos. Philips reservó
entonces 575 millones de euros para este grupo de afectados. El nuevo trato ha
sido anunciado durante la presentación de las cifras correspondientes al primer
trimestre, y para hacerle frente han sido reservados 982 millones de euros este
trimestre. Ello supone una pérdida de 998 al final del mismo periodo, con el
pago efectivo previsto para 2025. Roy Jakobs ha declinado aclarar si la factura
era menor de lo esperado. Sí ha recalcado que “1.100 millones de dólares es una
cantidad significativa en cualquier caso y es importante poner fin a la
incertidumbre y despejar el camino a seguir”, en declaraciones a la prensa.
Los inversores han reaccionado de forma positiva a la noticia y las acciones
de Philips han subido un 45% durante la mañana del lunes, hasta llegar a 28
euros a las 12:00 horas y seguir acercándose al 50% para bajar al entorno del
30% a falta de una hora del cierre. Es su nivel más alto desde abril de 2022,
pero equivalen solo a la mitad de lo que valían antes de la retirada de los
respiradores en 2021. Según los resultados trimestrales, las ventas del grupo
ascendieron a 4.100 millones de euros, un 2,4% más en términos comparables a
pesar del descenso de la demanda desde China. Las pérdidas operativas son de 824
millones de euros debido a la provisión necesaria para resolver el litigio en
Estados Unidos.
La firma ha seguido prestando servicios, incluida la venta de accesorios y
piezas de recambio de los aparatos para la apnea del sueño. A principios de este
abril ha informado de que está trabajando para subsanar un error en otro modelo
de respiradores, los Trilogy, utilizados por los hospitales. Diseñados con un
programa informático y una batería adicional, la segunda puede disparar su
alarma sin motivo deteniendo la ventilación.