Déficit de oxígeno medicinal: un problema nacional
Falta de claridad en cifras no permite análisis
certero
Por César Gutiérrez
La noticia muy difundida sobre Perú a nivel internacional es el
fallecimiento de personas por la insuficiencia de abastecimiento de oxígeno.
Mientras que, a nivel local, a la información sobre la carencia se suma la queja
legítima por el precio desmesurado al que se vende. Llega hasta los S/ 6,000
(US$ 1,754) por un balón de 10 metros cúbicos (m3), mientras que rellenarlo se
valoriza a S/ 50 el m3 (US$ 15), es decir S/ 500 (US$ 150), que es un mínimo
diario.
La complejidad del manejo del oxígeno en el Perú no es noticia
nueva; en los años 1999, 2000 y 2001 Essalud alertaba por evidencias de que tres
actores del mercado (Praxair, Aga y Messer Gases del Perú) actuaban coordinados,
infringiendo las reglas de la libre competencia. Fueron denunciados ante el
Indecopi en el año 2003, sancionados en primera instancia en enero del 2008 y en
última en agosto del 2010; llegando a S/ 20 millones la sanción impuesta.
La concentración de la oferta en pocas empresas no era, ni es,
exclusiva del mercado local; procesos ante los organismos de competencia han
sido denunciados en la Unión Europea, Brasil, Argentina, Chile. A nivel global
hasta el 2018 eran cuatro empresas las que se disputaban el mercado: Air
Liquide, Messer, Praxair y Linde. En agosto de ese año, en una operación de US$
82,000 millones, se realizó la fusión de Linde con Praxair. De esta manera la
concentración del mercado mundial se acentuó.
Conocido este escenario, las autoridades del sector salud
peruano debieron prever que el suministro de oxígeno sería un cuello de botella
en la pandemia del coronavirus. Había que suscribir acuerdos directos con los
productores, de trato preferencial en suministro, para que el precio no se
elevase arbitrariamente como consecuencia de la sobredemanda.
El desconocimiento logístico por parte de las autoridades del
sector salud ha traído graves consecuencias. En los hospitales se les exige a
las personas que acuden para ser internadas que lleven su propio balón de
oxígeno, y que se comprometan a realizar el llenado diario. Esto significa a
tener la disponibilidad de dinero ya citada, la suma de S/ 6,000 iniciales, más
S/ 500 diarios. Impracticable para la gran mayoría.
El problema del suministro tiene dos aristas: la disponibilidad
de balones y el oxígeno. No hay cifras exactas y creíbles sobre el particular,
pero para ensayar un diagnóstico tomaré el anuncio del ministro de Salud, Víctor
Zamora, que ha señalado que el consumo diario actual es de 21,740 balones, que
representa una sobredemanda de 40% sobre la oferta.
Empecemos por los balones. Lo ideal es que el parque sea del
doble del requerimiento, la lógica es que un balón esté donde el usuario y el
otro en el proveedor, con lo que debería haber 43,480 unidades. Si el suministro
estuviese excedido en 40%, en condiciones normales se tendría que el parque
existente es de 31,057; por tanto, habría un faltante de 12,423 balones.
En cuanto al suministro de oxígeno, no queda claro si la
capacidad instalada de producción es inferior a la demanda. Pero lo que no se
puede negar es que existe un mercado de distribución que es una vía del
sobreprecio. Lo que tiene que hacer el sistema de salud integrado (Ministerio de
Salud, Essalud y Sanidad de Fuerzas Armadas y Policiales) es acordar con los
productores que se suspenda la distribución y se haga transacciones directas. Al
menos se evitará el sobreprecio, mejorará el abastecimiento y se evitará el
acaparamiento.