“Tú la tienes que pagar” es la canción noventera de Natusha que
parece entonar ASBANC contra los proyectos de ley presentados para “reducir y/o
condonar intereses” de la deuda bancaria de 5.5 millones de hogares.
El gerente general del BCP, Gianfranco Ferrari, acaba de
advertirnos, preocupado por la estabilidad del sistema financiero, que “nueve de
cada 10 soles que prestan son recursos de los ahorristas”. Es verdad. Pero el
actual remedio de patear hacia adelante las cuotas durante los cuatro meses de
“centena” viene resultando un placebo, porque el stock de las obligaciones sigue
in crescendo. Es como debatir en la orilla del mar si lo que viene es una ola o
un tumbo, sin percatarse de que atrás llega un tsunami.
Pruebas al canto. Los “martillazos” han ocasionado un retroceso
de 70 años en la caída de la producción del mes de abril, que se ha situado en
-35%. Para peor, en Lima se han perdido 3 de los 5 millones de empleos
existentes. A esto se suma el vaticinio que el PBI del 2020 caería en -15.8%
(IPE).
Con ello “los coeficientes de endeudamiento familiar que
alcanzaban el 32% del ingreso disponible podrían sobrepasar los niveles de
confort y situarse en un 46% en que gran parte de la deuda es de créditos de
consumo (55%) en mano de clientes sin historial significativo de solvencia”.
(“Estabilidad Financiera a la luz de la Pandemia” Gonzalo Pasto, Foco
Económico).
Por ahora, “en términos de solvencia, todos los bancos
nacionales sobrepasan los requerimientos legales de capital (10%) con un
promedio de 14.27% (febrero del 2020), pero, es inferior al de los bancos
brasileños 17.5% y colombianos 17.6%” (ídem). En el 2018, nuestros bancos
exhibían una mayor fortaleza, 15.3%.
Sin embargo, en el índice de rentabilidad sobre patrimonio
(ROE), el promedio de la banca peruana es la más alta de la región: 19.9%,
superior al de los bancos de Brasil, 16%, Colombia 18.6% y Chile 17.5% (ídem).
Los campeones son el Interbank con 21.7% y el Banco de Crédito con 20.1%, cuya
rentabilidad debe hacer palidecer de envidia a las empresas mineras de oro, como
por ejemplo Newmont 14.65% y Barrick Gold 16.71%.
Esta bonanza se debe al desmesurado margen (spread) entre las
tasas de interés que cobran por préstamos (pasiva) y las tasas que pagan por
ahorros (activa), que es la más alta de la región andina. Ripley, Falabella y Mi
Banco son los casos más escandalosos.
Parafraseando un viejo dicho: el que debe una libra tiene un
problema, pero si la deuda es de un millón el problema es tuyo (banco); sin
embargo, si la deuda de los hogares asciende a S/ 125,000 millones en pleno
shock sanitario, es un problema global que requiere un salvataje estatal.
Si el BCR ha puesto a disposición de las empresas en Reactiva
Perú S/ 60,000 millones a 1.5% de tasa de interés anual y otros S/ 38,000
millones a las AFP a una tasa similar ¿por qué no podría avalar al Banco de la
Nación para que pueda rescatar parte de la cartera que incluyen tarjetas de
crédito que cobran 130% anual para que los familias sigan honrando estas deudas
a tasas cristianas de un dígito?