5.5 millones de hogares requieren un salvataje para una deuda de S/ 125,000 millones.
Desde el Faro:
Por Rafael Hidalgo
Se necesita un salvataje financiero para reducir los
intereses de los créditos de consumo.
La deuda por S/ 125,000 millones que mantienen los 5.5 millones
de hogares peruanos con el sistema financiero, merece mayor atención en esta
crisis tanto de la titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), María
Antonieta "Toni" Alva como del BCR. Si tenemos en cuenta que cada familia cuenta
con cuatro miembros (INEI), esta contingencia afecta a alrededor del 70 % de la
población.
Al inició la cuarentena (16/3/2020) los bancos – con ayuda de
la SBS- idearon un plan para diferir las cuotas que vencían en marzo hasta que
la encerrona concluya. En simple, la prórroga (refinanciación) consistió en
patear hacia adelante las obligaciones, con lo que la deuda como una bola de
nieve que nos espera a la vuelta de la esquina en el invierno que se inicia en
un mes.
Esta deuda de las familias se puede dividir la deuda familiar:
45% por la deuda por Créditos Hipotecarios (CH) y 55 %.la deuda por Créditos de
Consumo (CC).
A ojo de buen cubero cada hogar pagar en promedio una cuota
mensual de S/ 2 mil soles, la mitad por capital y la mitad por intereses.
Pero, en los CC las tasas, que pagan los 5.5 millones de
hogares -que representan un adeudo de S/ 70 mil millones, son bien altas en
promedio: nada menos que 40 %. En este segmento hay excesos como los de las
tarjetas de crédito donde cobran una TCEA promedio de 130% en el BBVA, 119%
Interbank, 106% Scotiabank y 105 % Banco de Crédito.
En los CH las tasas de interés anual (TCEA), pactadas por las
216 mil familias en un monto que ascienden a S/ 55.000 millones, no son tan
elevadas, por ejemplo, los cuatro bancos más grandes, que concentran el 87% de
las utilidades de la banca, en promedio cobran: 20.42% Interbank, 16.32%
Scotiabank, 13.46 % Banco de Crédito y 13.17 % BBVA. Cerca a la mitad de los 6
millones de los "tarjetahabientes" (47%) se ha acecado a su banco a pedir un
respiro (BCR).
Gianfranco Ferrari, gerente general del Banco de Crédito, a
propósito de los nueve proyectos de ley presentados en el Congreso de la
República para condonar y/o reducir los intereses en el período de la pandemia
marzo-junio señala que “ponen en riesgo la estabilidad del sistema financiero en
el Perú porque nueve de cada diez soles de los créditos parten de los ahorros”.
Pero algo hay que hacer. Nadie puede poner en duda que las
familias requieren ayuda, no sólo porque 1.2 millones de limeños han perdido el
empleo desde marzo (INEI), a lo que se suma, “que el 41 % de peruanos se ha
quedado sin ingresos (Ipsos 15/5/20), sino porque “los martillazos” del
Presidente Martín Vizcarra antes romper la cadena de contagio del Coronavirus,
van a terminar rompiendo la cadena de pagos en la banca.
Si el BCR ha otorgado con rapidez S/. 60.000 millones a las
grandes y medianas empresas a través de Reactiva Perú a una tasa de 1.5 %
anual.
Así como otros S/ 38,000 millones a las AFPs -según su cálculo-
por la ley del retiro del 25 % del fondo, a una tasa similar.
¿Por qué entonces el BCR no podría avalar a COFIDE o al Banco
de la Nación para que compre de una parte de la cartera de los CC a los bancos
(a un valor razonable) antes de que "se convierta en corcho”? De manera
que las familias, que no han recibido ni canastas ni los Bonos de
Toni, puedan seguir honrando sus obligaciones luego de la pandemia a tasas
similares que los grandes empresarios y las AFPs y no las tasas leoninas que les
cobran algunos bancos. Es refinanciar o morir en el intento. En los 90 por
no reaccionar a tiempo a mas de una decena de bancos la SBS los tuvo
que llevar a las fosas comunes.
Hay que tomar en cuenta que hace seis meses el propio BCR,
planteándose una hipotética situación de stress financiero a raíz de una
agudización de la guerra comercial EEUU vs China, pronosticaba que el PBI caería
-0.6% en el 2020, lo que elevaría la morosidad bancaria de 4.6 % a 6.4 %,
comprometiendo el patrimonio de algunos bancos (Informe de Estabilidad
Financiera-Noviembre del 2019).
De cumplirse el vaticinio de una caída de -9 % en el PBI del
2020 que acaba de publicar el Scotiabank, un desplome quince veces mayor -
la morosidad se situaría en metas inimaginables lo que provocaría hernias
incurables en las espaldas financieras de nuestros banqueros que no podrían
sanar ni los respiradores mecánicos.
En cuanto al futuro, uno de los requisitos urgentes para salir
de la recesión es aminorar los intereses de los créditos (tasa pasiva) y elevar
las tasas a los ahorros (tasa activa). Esta diferencia, llamada "spread" en la
jerga financiera , en el Perú es de 14.4%, cifra muy superior al promedio de
América Latina, que es del 8.7 % (Reporte de Desarrollo Financiero del Banco
Mundial 2018). Y con esa carga financiera no se puede reactivar ni
aquí ni en la cochinchina.