¿Qué se espera del gobierno en recesión económica?
¿Continuará la alta aprobación que afirman
encuestadoras?
César Gutiérrez
Según las encuestas que circulan y se propagandiza con
entusiasmo en la prensa corifea del régimen, Martín Vizcarra, tiene una
aprobación del 80% en lo que ha transcurrido del mes de mayo. ¿Será que el
mandatario está revestido de teflón de la más alta calidad?
Ni los casi 100 mil contagiados y 3 mil fallecidos por el
Coronavirus, le han afectado la elevada aprobación según el decir de las
encuestadoras cercanas al régimen. De ser esto así, significaría que la aburrida
prédica de mediodía del hombre de Moquegua, habría surtido efecto y el grueso de
la población se ha convencido que la responsabilidad del desastre sanitario que
vivimos, es de los ciudadanos por incumplir el aislamiento obligatorio.
Ahora, se ha iniciado una nueva etapa donde las consecuencias
en la economía empiezan a aflorar. Hay cifras estadísticas de pavor, la caída
del PBI nacional en 16.3% y la pérdida del empleo de 1.2 millones de personas
solo en Lima Metropolitana, en el mes de marzo, son elocuentes y preludio de más
complicaciones que se han vivido en abril y mayo.
En abril la caída del PBI y el desempleo se habrán
incrementado. Hay pronósticos como el de Scotiabank, que estima que en abril el
PBI caerá en 30%, lo que tendrá su correlato en el empleo.
Cuando se hace una proyección del producto para el 2020, las
cifras son diversas. La más generosa es la de Cepal (Consejo Económico para
Latinoamérica y el Caribe), que señala una caída de 4.0%, seguida por la del
propio gobierno que dice que habrá una disminución de 4.5%, Scotiabank señala
caída de 9%; Credicorp la ubica entre 7.5% a 11.0% y el Dr. Bruno Seminario del
Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, proyecta que el PBI
retrocederá en 16% en este año.
Hay dos hechos concretos: habrá trimestres consecutivos de
retroceso del PBI, configurándose una recesión y que inexorablemente se cerrará
en negativo este año. Si la desaceleración entendida como no poder llegar al 4%
del crecimiento generaba malestar, las cifras negativas y el desempleo,
obviamente producirá descontento mayúsculo.
La pregunta de rigor es ¿cómo se manejará en este contexto el
gobierno con sus aliados mediáticos, encuesteriles y “trolles”? A estas alturas
la prédica del odio hacia fujimoristas y apristas está debilitada y le servirá
de poco o nada.
El ataque al Congreso sí le puede dar réditos, la baja calidad
de sus integrantes será una herramienta. Se sumará el señalamiento a los
incumplimientos al aislamiento, imágenes de personas en los mercados de abastos,
las colas para comprar cerveza y desadaptados enfrentando a policías y soldados;
estarán a la orden del día. La receta “los culpables son otros” continuará.
No sería nada extraño que, si le da resultados su estrategia
mediática, el gobierno intente quedarse. El ensayo más light sería vía
elecciones. El Jurado Nacional de Elecciones, tendría la palabra en la
interpretación legislativa si Vizcarra puede postular y podría llegarse hasta el
Tribunal Constitucional. No hay dudas que le darán pase. Hoy el gobierno
controla todos los poderes del Estado, con excepción supuesta del Congreso, que
es muy fácil de anularlo satanizándolo.
El sector empresarial tendrá que tomar sus provisiones, se
puede alentar indirectamente desde el Ejecutivo usando a los “topos” que tiene
en el Legislativo más medidas radicales, para que el gobierno se victimice y se
declare rehén del Congreso, para acentuar su descrédito, generar temor en el
futuro político y como siempre se apueste por el mal menor que en este caso
sería Vizcarra y sus huestes.