AFPs se están convirtiendo en indefendibles, por César Gutiérrez
Solo inmediata propuesta de reforma impedirá que fondo sea
diezmado
Soy un convencido de la necesidad de contar con un fondo para
el mercado de capitales, y que las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP),
son el vehículo para ello. Pero no a nombre de ello, no se me ocurre defenderlas
de: las torpezas de acción, la compra o mantenimiento de títulos valores de
empresas procesadas por actos de corrupción, de las pensiones ridículas que
otorgan y del amiguismo en la designación de directores que representan a los
afiliados en las empresas donde compran acciones, que, en lugar de defender sus
intereses, se mimetizan con los accionistas mayoritarios.
Hoy, las AFP están en el ojo de la tormenta por la ley aprobada
en el Congreso de la República, que permite que sus decepcionados afiliados
puedan retirar hasta el 25% de su dinero, con un tope de 12,900 soles (3
Unidades Impositivas Tributarias). Corresponderá a Martín Vizcarra decidir
promulgarla o devolverla, envalentonado por la encerrona en que tiene sumida a
la población, con suspensión de garantías constitucionales y con la mayoría de
prensa sometida, en un canje fenicio de defensa militante por publicidad.
Los desaciertos de los ejecutivos de las AFP son increíbles,
como el reciente caso de Prima AFP, que había decidido repartirse 145 millones
de dividendos del ejercicio 2019, mientras que los afiliados veían caer el monto
de sus fondos en el primer trimestre del 2020. En la frialdad de un banquero
puede resultar lógico, por referirse a dos períodos de tiempo diferente, pero
desde el punto de vista de comunicación, era un despropósito que tuvieron que
desactivarlo en el mismo día, porque la ola de indignación en las redes sociales
era muy grande.
De otro lado, su participación en la adquisición de acciones y
bonos de empresas del Club de la Construcción, es más que cuestionable. Las
malas prácticas de estas empresas era un secreto a voces. No les importó, los
cacareados “compliance” quedaron de adorno y hay que pedirles cuentas de las
decisiones que tomaron respecto a la tenencia de esos valores cuando los
señalamientos fiscales, generaron la desvalorización de estas empresas.
El ciudadano medio tiene un gran rechazo contra estas
administradoras, por las magras pensiones que pagan, del orden del 20% del
último salario, donde el cálculo se realiza con un horizonte de más de 20 años
por encima de la expectativa de esperanza de vida, utilizando el concepto de la
edad omega, que es aquella en cuando supuestamente ya no queda una persona viva
de una población de la misma edad.
En este cuestionable período de tiempo de cálculo se utiliza
una tasa de interés técnico, que vale la pena que sea también sea parte del
debate público, a lo que se suma la determinación de la pensión de supervivencia
para los deudos de pensionistas fallecidos, que es del orden del 42% del
diezmado pago que recibía el titular.
Es previsible que Martín Vizcarra, devuelva la ley aprobada al
Congreso, donde lo que se prevé que se vaya a la aprobación por insistencia. La
única posibilidad que tiene el Ejecutivo de intentar a revertir la situación es,
presentando un proyecto de ley de reforma, que haga que el ciudadano pueda
sentir que las AFP son sus aliados. Dudo que haya algún proyecto preparado y con
una visión que concilie intereses de las administradoras y los afiliados. En ese
contexto, tendrán que prepararse a devolver 30 mil millones de soles que es el
monto a pagar que se viene mencionando y que representa casi el 17%