El Plan Marshall del Día Siguiente, por Rafael Hidalgo
Desde el Faro
Por Rafael
Hidalgo
El Plan Marshall del Día Siguiente
Mientras la curva de la pandemia parece controlada con
la cuarentena, la recesión económica asoma su rostro. No sólo vamos a requerir
cientos de ventiladores mecánicos adicionales en los hospitales para las
siguientes semanas, sino un “desfibrilador” para evitar que el corazón de la
economía peruana desfallezca.
Otros países toman medidas dramáticas: EEUU aplica un
gigantesco paquete reactivador por US$2 billones, el más grande de la historia,
equivalente al 10% del PBI. Alemania e Inglaterra prometen gastar 19.2% y 15.1%
del PBI, mientras que el resto de Europa anuncia un monto inicial de US$ 6.8 mil
millones para evitar caer en una crisis igual o peor que la de Gran Depresión de
1929.
¿Cómo evitar en el Perú que se rompa la cadena de
pagos?
Las cuarentenas en el orbe pueden conducir a que
disminuya la demanda, caigan las exportaciones, haya despidos masivos, las
empresas quiebren y los bancos colapsen.
La ministra de Economía, Antonieta Alva, ha
comprometido hasta hoy 1% del PBI en reforzar el sistema de salud, el apoyo a
las empresas y a 3.5 millones de “familias vulnerables” mediante la entrega, en
dos tandas, del Bono de Sobrevivencia de S/ 380. Y para las mypes, que emplean a
8 millones de ciudadanos, promete una reprogramación de deudas hasta por S/
90,000, una postergación por tres meses (hasta julio) del pago del Impuesto a la
Renta del 2019 y un subsidio del 35% de la planilla para sueldos de hasta S/
1,500.
Además, ha señalado que cuenta con el Fondo de
Estabilización Fiscal que asciende a 2% del PBI (S/ 16,000 millones), pero aún
faltan ideas y sobre todo, comprometer más recursos.
La ministra Alva ha tenido la habilidad de disponer de
S/ 5,500 millones (0.7% del PBI) que no son parte de la caja fiscal, sino más
bien de los ahorros de los 5.8 millones de trabajadores formales. Es decir, uno
de cada cuatro peruanos dispondrán en su boleta de abril del descuento de 12%
que iba a las AFPs (ahorro previsional) y otros S/ 2,400 soles (que podría
repetirse) del fondo de desempleo (CTS). Ergo, entre S/ 2,500 y S/ 3,500
adicionales que ojalá no se destinen al rubro bebidas, sino a alimentos y/o pago
de deudas.
Pero para la gran mayoría de trabajadores, que son los
13 millones de informales (72.3% de una PEA de 17.8 millones) que “viven el día
a día”, salvo los Bonos de Sobrevivencia, que sólo llegan a la cuarta parte, y
los anunciados paquetes de comida a cargo de los alcaldes (S/ 200 millones), no
hay mucho que exhibir.
Todo lo anterior apunta a compensar el costo de un mes
de ingresos para empresas y trabajadores por la paralización, pero afrontar la
caída de los precios del cobre y demás commodities, así como la grave
recesión internacional, requiere de un plan muchísimo más grande, más audaz y
creativo.