ADEX: modelo económico necesita reformas y acciones claves
Permitió crecer al país por 22 años, reducir la pobreza de
58% a 20% e incrementar las exportaciones de US$ 10 mil millones el 2004 a US$
47 mil 709 millones el 2018.
“Queremos ser optimistas, creemos que el inicio de nuestro
tercer centenario como República será el momento de mostrará nuestro potencial,
pero para ello debemos empezar ahora”, manifestó el vicepresidente de gremio,
Julio Pérez Alván.
Lo que acontece en Perú y en el exterior -especialmente en
Chile- genera preocupación por un supuesto cuestionamiento al modelo
económico que nos permitió crecer 22 años, reducir la pobreza e incrementar los
despachos de US$ 12 mil millones el 2004 a US$ 47 mil 709 millones el 2018,
manifestó el vicepresidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), Julio Pérez
Alván, en la inauguración del conversatorio sobre política y desarrollo ‘Crisis
política y cambios económicos’.
El encuentro contó con la participación del analista político,
Jaime de Althaus; el experto internacionalista Farid Kahhat, y los economistas
Jorge González Izquierdo y Jorge Baca Campodónico, quienes analizaron la
situación política y económica de Sudamérica y cuál es el camino para recuperar
el crecimiento económico.
Las exportaciones no tradicionales (US$ 13 mil 223 millones)
representaron el año pasado el 28% del total, lo que sumado a las tradicionales
y a los servicios, dan como resultado que los envíos totales ascendieron a US$
55 mil millones 209 millones, precisó.
“En contraposición a estos datos, la presión tributaria llega
solamente al 15% del PBI, mientras que en América Latina es 24% y en países de
la OCDE el 34%. Asimismo, encontramos sectores de la población con una gran
insatisfacción por la economía y el reclamo por un Estado que aún se mantiene
ausente en varios aspectos”, dijo.
Mantener modelo económico
En esa realidad –añadió Pérez- la informalidad y corrupción son
monedas corrientes por lo que algunos se podrían preguntar si el actual modelo
económico es ‘el malo de la película’. “Los exportadores creemos que no, pero sí
se necesita una serie de reformas y acciones claves para transformar al Estado
en un solucionador de necesidades”, enfatizó.
Apuntó que se deben impulsar reformas económicas, mejorar el
capital humano y la infraestructura necesaria, todo lo cual ayudará a reducir
los sobrecostos de las exportaciones, fortalecer la seguridad jurídica y
modernizar el mercado laboral en el que millones de personas trabajan en la
informalidad, lejos de cualquier protección estatal.
Está probado –continuó- que lo altamente regulado no funciona
pues las personas se ‘saltan la ley’ y también está demostrado lo que sí
funciona, como, por ejemplo, la Ley de Promoción Agraria (Ley N° 27360), que
impulsó el sector a niveles jamás esperados.
Pérez acotó que introducir nuestros productos en países con
otros idiomas e idiosincrasias, competir con otros cuyos gobiernos proveen de
servicios e infraestructura del primer mundo a su población y sector
empresarial, y, pese a eso, salir airosos, es algo que se debe
realzar.
“La empresa que no se adapta a los cambios a todo nivel puede
desaparecer. Los países compradores quieren conocer la trazabilidad de los
productos importados, por lo que estamos sujetos permanentemente a auditorías
laborales, operacionales, comerciales y medioambientales”, recordó.
Mejorar coordinación
Los exportadores invierten en sus empresas, capacitan a sus
colaboradores, pagan impuestos, ayudan a la formalización y generación de
empleo; y también reconocen la labor del gobierno especialmente en lo que a la
promoción de las exportaciones se refiere, sin embargo, no es suficiente,
consideró.
“El Doing Business indicó que este año se logró un récord
mundial de reformas económicas y nosotros recién estamos tomando las primeras
medidas a favor de la competitividad. Como nación debemos evitar que los
peruanos vivan con una sensación de injusticia, de disconformidad por no abordar
aspectos esenciales para lograr un mayor bienestar”, dijo con tono
preocupado.
En ese sentido, solicitó una mejor coordinación entre las
instituciones públicas, mejorar la forma en la que el Estado invierte los
recursos existentes y lograr un ordenamiento institucional moderno y eficiente,
de la mano de una economía dinámica competitiva y justa que nos permitirá
enfrentar los retos que trae la desaceleración mundial.
“Somos un país de emprendedores, pero (debemos avanzar) con
orden y eficiencia; queremos ser optimistas porque creemos que el inicio de
nuestro tercer centenario como república será el momento en el que Perú mostrará
al mundo todo su potencial, pero para ello debemos empezar ahora”,
concluyó.