Un amigo chileno nos escribe lo siguiente desde Alemania.
Durante estos días he estado viendo tantas veces el argumento
de “suben los precios y no los sueldos” o el “esto solo fue lo que rebalzó el
vaso”, que me vi obligado a darme la tremenda lata de hacer una tabla de datos
con su respectivo gráfico de la relación entre la tarifa del metro y el sueldo
mínimo. Un trabajo que por supuesto nadie se había querido dar. Las conclusiones
fueron sorprendentes. Jamás en la historia del Transantiago un trabajador con
sueldo mínimo había tenido una tan buen relación tarifa/sueldo como la de
durante el último año. Desde Febrero de 2007 a la fecha la tarifa del Metro en
hora punta ha crecido en casi un 98%. Durante el mismo periodo, el Salario
Mínimo ha aumentado en un 109%.
Pero esto no termina solo con la tarifa del metro. En 2011, una
canasta básica representaba el 19,27% aprox. del salario mínimo. A fecha de
Agosto de este año, representa solo el 14,34% aprox.
Lo mismo ocurre con las tarifas de electricidad. Una cuenta
mensual de un hogar en Santiago de 180 Kwh (consumo promedio) en 2012
representaba un 9,8% aprox. del salario mínimo nacional. A fecha de hoy consiste
en el 7,6% aprox.
Las tarifas de agua potable también son un servicio público
digno de análisis. En Santiago, en 2011, el m³ de agua potable costaba US$1,39
aprox. Ahora en 2019 el precio del m³ ronda los US$1,45. Un aumento del 4,3%
aprox. ¿Saben acaso cuanto aumentó el salario mínimo durante el mismo periodo de
tiempo? Un 75%. Es más, Chile es el único país de Sudamérica que con el pasar
de los años ha podido bajar el costo de los servicio públicos con respecto al
salario mínimo. De que el costo de vida en Chile sigue siendo caro con respecto
a los sueldos, eso es verdad. Pero esa es la situación en la que Chile se ha
visto inmersa desde el principio de sus tiempos y de la que ha estado escapando
constantemente durante los últimos 40 años. Nunca en la historia de Chile hubo
un menor porcentaje de pobreza, una menor desigualdad o una mayor movilidad
social que al día de hoy. A la izquierda le encanta que nos comparemos con los
países de la OCDE. Déjenme recordarles que tenemos el lujo de hacerlo única y
exclusivamente gracias la economía social de mercado que ellos tanto desprecian.
Una vez terminado con el análisis económico, y creo que con el
convenio de que es basado en datos duros donde hay poco o nada que refutar, paso
a la crítica moral, que es la parte más dura.
Y esta crítica no va dirigida a los comunistas ni a esos
encapuchados anarquistas que aparecen en la tele, que han pasado por colegios
malos, universidades charchas y lo único que han aprendido es que el capitalismo
mata y que la seguridad social es su derecho. No, ellos ya están perdidos.
Esta crítica va a los que sí han tenido el privilegio de
recibir una buena educación. A aquellos que han tenido todas las herramientas
para formarse una opinión lo más objetiva posible, y que una vez más, se pasaron
el pensamiento crítico por la raja. Como es posible que hayan tenido la
desfachatez de hacer juicios socio-económicos a diestra y siniestra sin siquiera
haber investigado antes de lo que estaban opinando. No se dignaron a buscar ni
un solo porcentaje, ni un solo gráfico, antes de despotricar contra el
sistema.
Es sabido que la izquierda más dura necesita de solo una chispa
para dejar el país patas pa arriba. Están tan obnubilados con sus luchas de
clases que no son capaces de hacer un juicio racional. Pero ustedes, como ovejas
mediocres, decidieron seguirles el juego sin siquiera poner una coma. Veo sus
historias de instagram llenas de “Chile despertó” y expresiones semejantes, pero
no logro ver ni un solo dato, ningún número ni porcentaje, ninguna tabla ni
gráfico. Que tipo de profesionales de tercera pretenden ser ?, cuando ni
siquiera se dan la dignidad de buscarle base a sus argumentos, cuando sus
juicios emocionales priman sobre los racionales.
Una vez Churchill dijo: “If a man is not a socialist by the
time he is 20, he has no heart. If he is not a conservative by the time he is
40, he has no brain.” Suena casi poético. Pero es el fiel representante de
un Chile con una manga de pendejos descerebrados que se dejan influenciar por
sentimentalismos baratos e incapaces de elaborar un pensamiento crítico.
Así que felicitaciones. Ustedes son cómplices de darle el
espacio a la izquierda radical para desmantelar al país. Son cómplices de que
Chile haya amanecido en llamas y con sus habitantes polarizados. Y por ultimo,
son cómplices de que no podamos quebrarle la mano a la historia ya que cada 40
años el país se vuelve a sumir en el caos.