Los nombres de los conspiradores de la trampa tendida al
presidente Alan García saldrán a luz. Hay periodistas, un accionista de medios
cercano al segundo alanismo, opinólogos y gente estrechamente ligada a Vizcarra,
tanto que da lo mismo que hubiese sido él. La historia y la ley los juzgarán
porque la prensa callará.
“La prensa” es el trabajo conjunto de personas diversas. No
existe tal cosa como una prensa veraz y otra mendaz, sino periodistas que buscan
la verdad, y otros que por cinco minutos de fama o sentir la pasajera miel del
poder abrazan la mentira. Esos grises jornaleros que se desvivían por codearse,
bailotear y rellenarse el buche gratuitamente en las cenas de Palacio cuando
García era presidente escupen su odio sobre el muerto o fingen dolor.
El brillante periodista Beto Ortiz, en su columna dominical de
Perú21, escribió sobre la tragedia: “a diferencia de algunos de mis culposos
colegas que hoy quieren hacerse los compungidos, no tengo que hacer ningún
esfuerzo por quedar bien, por disimular, en público, lo que en privado siento. Y
lo que siento es pena, indignación y también vergüenza de formar parte de esta
extraña especie de tribu caníbal que, no contenta con condenarte sin siquiera
haber sido sentenciado, se solaza distribuyendo la foto de tu cuerpo
ensangrentado para multiplicar así el dolor de tus hijos, de tu mujer, de tu
familia”. Fortísimo y cierto.
El día de los hechos hubo una grosera coordinación de mensajes
preparados que no reflejaban la realidad.
La empleada de uno de los conspiradores, tuiteó a las 6:51 de
la mañana: “Alan García Pérez, ex presidente del Perú fue detenido
preliminarmente esta mañana…”. Cuando lo cierto es que a las 6:47 a.m. un García
herido de muerte fue ingresado al Casimiro Ulloa. Rosa María Palacios
interrumpió su sueño para tuitear a las 5:00 a.m. “Solo quería ver cómo se ve
escrito. Detención preliminar para Alan García”. ¿Sabía algo que ni el abogado
del expresidente conocía?
Vizcarra tuiteó sus condolencias a las 8:29 a.m., pese a que la
defunción de Alan es declarada recién a las 10:05 a.m. A las 8:52 la ministra de
Salud, Zulema Tomás, dijo que García estaba “grave”. ¿Si estaba “grave” por qué
el presidente accidental soltó sus condolencias 23 minutos antes? ¿Ya entienden
por qué la congresista Yeni Vilcatoma pide una investigación? Un pedido al que
todo peruano de bien debe sumarse.